El líder de Vox y candidato a la Presidencia del Gobierno, Santiago Abascal, ha terminado el debate electoral de este lunes prometiendo ilegalizar a los partidos independentistas, hacer una «histórica» rebaja de impuestos, recuperar competencias autonómicas para el Gobierno central y combatir la inmigración ilegal y la «dictadura progre».
«Esta noche han tenido la oportunidad de escuchar sin manipulaciones las propuestas de Vox. Ahora ya pueden juzgar por ustedes mismos», ha dicho en el minuto de oro que ha tenido para cerrar el debate, al igual que los otros cuatro aspirantes a la Moncloa.
Abascal ha resumido las principales propuestas de su partido para las elecciones generales del 10 de noviembre, mencionando en primer lugar la de «defender la unidad y la soberanía de España ilegalizando a los partidos separatistas y restaurando el orden constitucional».
A continuación, se ha comprometido a «reducir al máximo el gasto político, acometiendo una histórica rebaja de impuestos». Y también a «combatir la inmigración ilegal» que «llena de delincuencia nuestras calles y que discrimina y perjudica a los españoles más modestos», ha asegurado.
Asimismo, el presidente de Vox ha apostado por «transformar el Estado de las autonomías» atribuyendo al Ejecutivo central las competencias de educación, sanidad, justicia e interior con el fin de «devolver la igualdad a los españoles» y poder pagar las pensiones.
Por último, Abascal se ha propuesto «defender la libertad frente a la dictadura progre que divide a los españoles, que pretende que las mujeres se enfrenten contra los hombres y que quiere que los nietos tengan que condenar a sus abuelos».
VOCACIÓN DE SER UN PARTIDO MAYORITARIO
Al comentar su participación en el debate de este martes antes de abandonar el Pabellón de Cristal, el líder de Vox se ha mostrado satisfecho porque se ha sentido «cómodo» y cree que ha logrado que los españoles conozcan mejor a su formación, que, según ha señalado, tiene «la vocación de ser un partido mayoritario».
«Una alternativa patriótica» que, a su juicio, está llamando a españoles muy distintos», tanto de derechas, como de izquierdas y otros que no se identifican con estas etiquetas pero que están preocupados por «la emergencia nacional en Cataluña y la emergencia social» de «muchos españoles que lo están pasando mal».
Cuando le han preguntado por su afirmación de que el 70% de los imputados por violaciones en grupo en España son extranjeros, un dato que varios medios de comunicación han calificado de falso, ha contestado que sale de una información periodística. Y, en cualquier caso, ha dicho que «la gente en sus casas está muy identificada con la afirmación y con la inquietud» expresada por Vox.