La Comunidad de Valencia ha vivido su segundo cierre perimetral para contener la expansión de la Covid-19. Durante los controles policiales, los agentes interceptaron el pasado domingo a un vecino de Murcia de 40 años que incumplió el confinamiento alegando que necesitaba mantener relaciones sexuales con su pareja, que reside en Alicante.
El varón intentó justificar los hechos mostrándole a los agentes un recorte de periódico que recogía que «las necesidades básicas del ser humano son una excepción». Continuó alegando que llevaba más de un mes sin ver a su pareja por las restricciones impuestas. «El sexo es una necesidad básica, como el comer», declaró.
El hombre fue sancionado por saltarse las medidas sanitarias y tuvo que bajar de la guagua en la que viajaba, obligado a volver a Murcia sin su ansiado encuentro carnal.