Desde los noventa hasta ahora, la formación en Canarias ha sido una pera en dulce, donde han fluido los euros de manera muy importante.
Hubo una época en la que todo se desmadró un poco. Centros de formación por todas las esquinas, cursos homologados, y financiados, por el Inem, el icfem. Repartos discrecionales de financiación. Investigaciones periodísticas y sospechas de malas prácticas, donde la tarta más grande se repartía entre organizaciones empresariales y sindicatos, y en menor medida centros homologados de formación.
Ahora, más de 20 años después, la formación escala posiciones de manera acelerada. Y no hablo de las iniciativas privadas, que se lo curran para mantener un negocio complementario a la formación reglada. Hablo de la formación financiada con dinero público.
Para hablar de algunos ejemplos recientes, la Autoridad Portuaria de Las Palmas anuncia un Centro de Formación Dual en suelo portuario, para paliar, dicen, la escasez de personal cualificado que demandan las empresas portuarias, especialmente. Claro que si observamos bien, los centros de formación reglada que imparten esta formación se las ven y se las desean para captar alumnos, quedando incluso plazas vacantes. No digamos los centros de formación no reglada, que muchos sobreviven a duras penas con cursos subvencionados por una u otra administración.
La formación en los Puertos de Canarias
No hace falta investigar mucho para conocer centros de formación con solera, como el de Femepa, Instituto de Formación Marítimo Pesquero, el centro de Formación de Zamakona, por citar algunos.
En Tenerife, un poco más organizados institucionalmente, como siempre, aunque más de lo mismo, han lanzado a bombo y platillo la puesta en marcha del Centro de Formación Industrial y Naval de Canarias, con una inversión de 6,5 millones para equipamientos, con apoyo del Cabildo y de la Autoridad Portuaria de Tenerife.
Este centro en Canarias ofrecerá itinerarios completos y complejos para nuevas cualificaciones con certificaciones internacionales en actividades como mecánica y mecanizado, soldadura y técnicas de unión de metales, manejo de herramientas industriales, frío industrial, instrumentación industrial, mantenimiento de aerogeneradores (eólica), energías renovables, cursos básicos en Tarjeta Profesional de la Construcción y del Metal o en Prevención de Riesgos Laborales. Arrancará en las instalaciones de Talleres Quintana, que se apunta al negocio de la formación.
También en esa isla de Canarias existen centros de formación con una trayectoria más que consolidada, como el de Femete, o el propio Instituto de Formación Marítimo Pesquero y los propios centros de FP en Canarias.
Dicho ésto, ¿no será más operativo desarrollar los IFPMP que existen, dotándolos de más recursos y más ramas formativas? ¿No será más responsable apoyar las iniciativas privadas para tener un tejido formativo más robusto, en vez de montar con dinero público nuevos centros, que los explotarán empresas privadas, con lo que ello conlleva de competencia desleal?
Y sobre todo, ¿no será mucho más productivo dedicar muchos esfuerzos a la promoción y atracción de alumnos para conseguir talento? Se trata, en definitiva, de llenar los centros de alumnos, para proveer al sector de profesionales especialistas, no de llenar el territorio de centros, aunque escaseen los alumnos en Canarias.
Terminaremos ofreciendo premios, viajes, incentivos… para los alumnos si se matriculan en uno u otro sitio.