Bertín Osborne no puede estar en un momento mejor. A la reedición de su último disco, Yo Debí Enamorarme de Tu Madre, se suma la mejoría que ha vivido su hijo Kike, el joven tuvo que enfrentarse a dos duras operaciones este verano para superar sus problemas de movilidad.
Pasado el susto inicial, el cantante está feliz con la mejoría de su pequeño: «Kike está muy bien, gracias a Dios, después del susto grande de este verano y lo mal que lo ha pasado el pobre. Ahora está fenomenal y está haciendo ahora una terapia mucho más avanzada. Ya se pone de pie, ahora está con una máquina que le está ayudando a dar los primeros pasos y esto es una carrera de fondo, y que cualquier pasito de mejora es un acontecimiento. Y además también le mejora su calidad de vida».
Además, Bertín reconoció que Kike habla cada vez más: «Está hablando mucho más que antes, se mete en todas las conversaciones y opina de todo, lo que es una cosa graciosísima. La verdad es que él es un chico feliz con todas sus carencias, el tipo es un fenómeno».
Un optimismo y vitalidad que Bertín ha heredado de su madre: «Mi madre siempre me decía: ‘Hijo, cualquier noticia aunque sea mala tiene su lado bueno. Búscaselo porque se lo vas a encontrar’. La verdad es que hay noticias que son terribles y es difícil encontrar el lado bueno pero también lo tiene. Una muerte hunde mucho más a una familia, no en mi caso porque a mis hermanas las veo constantemente y además nos adoramos, pero es una de las cosas que yo no comprendo en muchas familias cercanísimas, ¿no? Que mueren los padres y hay unas peleas entre los hermanos es una cosa horrible, y bueno, en esos casos, pues todavía te unes más cuando hay una tragedia compartida y todas las noticias tienen su lectura positiva».