Natasha Allen, una ciudadana inglesa de 30 años, deberá ir 15 meses a la cárcel debido a lo que hizo durante un vuelo de Manchester a Fuerteventura en 2018 de la compañía Thomas Cook.
Durante dos horas, la mujer, visiblemente borracha, se desnudó de cintura para abajo, tal y como desvela la edición británica de Metro, poniendo «en serio riesgo» la integridad del resto de pasajeros. Tanto es así que el piloto decidió desviarse a Faro, en Portugal, para que las autoridades se hicieran cargo de ella.
Sucedió el 12 de septiembre de 2018, cuando Natasha, junto a dos amigas, se dirigía a pasar unas idílicas vacaciones en Fuerteventura desde Manchester. La mujer, según indica la sentencia, compró una botella de vodka en la zona de tiendas del aeropuerto inglés y comenzó a bebérsela en la sala de espera. Al ver lo que hacía, la propia tripulación le retiró dicha botella ya dentro del avión, por lo que ella empezó a insultarlos, mostrando una actitud sumamente violenta. En un momento determinado, Natasha se bajó los pantalones y la ropa interior delante de todos los pasajeros, algo que colmó la paciencia de todos.
Cuando uno de los miembros de la tripulación logró que la mujer tomara otra actitud, tras «muchos intentos» el piloto ya había puesto rumbo a Portugal.
Ahora, el Tribunal de la Corona de Manchester la ha condenado a 15 meses de prisión, algo que no ha podido eludir ni aludiendo a sus problemas con el alcohol, como tampoco por el hecho de ser madre de dos niños.