Científicos han descubierto evidencias que sugieren que los neandertales pudieron haber sufrido enfermedades causadas por virus similares a los que afectan a los humanos modernos, como los responsables de los resfriados, herpes labiales y ciertos tipos de cáncer. Este hallazgo, basado en el análisis del ADN de neandertales que vivieron hace unos 50.000 años, podría aportar información crucial sobre la extinción de esta especie y la evolución de las enfermedades humanas actuales.
Un equipo internacional de científicos, liderado por Marcelo Briones, publicó recientemente en la revista científica Viruses un estudio que identifica rastros de tres tipos de virus antiguos en el ADN secuenciado de dos neandertales encontrados en la cueva Chagyrskaya, en Siberia. Los virus detectados incluyen adenovirus, herpesvirus y papilomavirus, los cuales en los humanos modernos están asociados con enfermedades como resfriados, herpes labial y verrugas genitales, además de algunos cánceres como el cervical.
Estos virus no solo ilustran la posible transmisión de enfermedades entre humanos antiguos y neandertales, sino que también podrían haber tenido un impacto significativo en la salud y supervivencia de estos últimos. Científicos creen que la introducción de nuevos patógenos por parte de los humanos modernos, con quienes los neandertales compartieron territorio y posiblemente ADN, pudo haber agravado su vulnerabilidad en un contexto de competencia por recursos y cambios climáticos.
Los científicos creen que con el ADN neandertal podrían ayudar a explicar su misteriosa extinción
El adenovirus, conocido por causar infecciones respiratorias como resfriados comunes, fue uno de los hallazgos destacados. Según los científicos, este virus tiene un impacto duradero en la salud humana y, aunque no suele ser mortal, puede debilitar las capacidades físicas, algo que en una población ya pequeña como la de los neandertales habría representado un desafío significativo. Briones señala que, aunque un simple resfriado puede parecer inofensivo, en un entorno de supervivencia, incluso una enfermedad leve puede reducir la eficiencia en la caza o la capacidad reproductiva, factores críticos para una especie con una población reducida.
El herpesvirus y el papilomavirus, también identificados en este estudio, presentan implicaciones similares. Mientras que el herpesvirus está asociado con infecciones recurrentes como el herpes labial, el papilomavirus está vinculado con lesiones genitales y algunos tipos de cáncer. Científicos estiman que estas infecciones podrían haber inducido respuestas inmunológicas en los neandertales, aunque no está claro si los síntomas habrían sido similares a los que presentan los humanos modernos. Según Briones, las diferencias genéticas entre humanos y neandertales podrían haber influido en la forma en que estas enfermedades impactaron a la especie extinta.
El estudio de estos virus antiguos no solo aporta datos sobre la posible interacción entre humanos y neandertales, sino que también abre la puerta a comprender mejor cómo han evolucionado estas enfermedades a lo largo de miles de años.
Científicos como Sasha Tabachnikova, de la Facultad de Medicina de Yale, destacan la importancia de investigar estos virus, ya que muchos de ellos, como los herpesvirus, permanecen en el organismo humano durante toda la vida y tienen un impacto significativo en la salud a largo plazo. Tabachnikova señala que investigaciones recientes han vinculado el virus de Epstein-Barr, una variante del herpesvirus, con enfermedades graves como la esclerosis múltiple, lo que subraya la relevancia de estudiar su evolución desde épocas remotas.
Sin embargo, trabajar con ADN antiguo presenta numerosos desafíos técnicos. Científicos explican que el ADN se degrada con el tiempo, fragmentándose en cadenas más cortas que son difíciles de identificar. En el caso de los virus, cuyo ADN ya es naturalmente más corto que el humano, este problema se amplifica. Sally Wasef, investigadora de paleogenética, señala que las herramientas actuales diseñadas para analizar ADN humano antiguo no siempre son adecuadas para el estudio de virus. Esto puede dar lugar a errores en la interpretación de los datos, un aspecto que los científicos están trabajando para mejorar.
A pesar de las limitaciones, este no es el primer caso en el que científicos encuentran evidencia de virus antiguos en restos humanos. En 2021, se documentó el descubrimiento de adenovirus en dientes humanos de más de 30.000 años de antigüedad encontrados también en Siberia.
Sin embargo, los virus identificados en los neandertales de la cueva Chagyrskaya son aún más antiguos, datando de hace casi 50.000 años. Según los científicos, esta época coincide con el periodo en el que los humanos modernos y los neandertales coexistieron y se cruzaron genéticamente, lo que refuerza la teoría de que los virus pudieron haberse transmitido entre ambas especies.
Científicos también consideran que estos hallazgos podrían ayudar a entender por qué los neandertales no lograron sobrevivir en un entorno compartido con los humanos modernos. La combinación de factores como enfermedades, cambios climáticos y la competencia por recursos habría creado un escenario insostenible para los neandertales. Briones argumenta que, en un contexto de competencia, la salud deteriorada por infecciones podría haber reducido aún más las ya limitadas posibilidades de éxito de esta especie.
El estudio subraya que la interacción entre humanos y neandertales no se limitó al intercambio de ADN, sino que incluyó también la transferencia de patógenos.
Científicos consideran que comprender cómo estos virus antiguos evolucionaron y afectaron a las poblaciones de neandertales puede ofrecer nuevas perspectivas sobre las enfermedades que continúan afectando a la humanidad en la actualidad. Investigaciones futuras, según Briones, se centrarán en confirmar estos hallazgos y explorar más a fondo cómo los virus antiguos moldearon la historia evolutiva de los humanos modernos y sus parientes cercanos.