El cierre fiscal ha suscitado la necesidad de examinar las estrategias para aplicar la Ley de vacaciones fiscales. Aunque los resultados anticipados por la Administración podrían no concretarse debido a la rigidez normativa, es fundamental llevar a cabo un análisis exhaustivo de la contabilización de las amortizaciones. Cabe destacar que se están implementando por primera vez las nuevas tablas de amortización, ofreciendo la posibilidad de multiplicar los coeficientes por 1,5 en el caso de los bienes recién adquiridos, según subraya el abogado Luis de Miguel Pérez.
Graduado en Derecho y Economía por la Universidad Complutense de Madrid en 1976, Luis de Miguel Pérez ha forjado una destacada carrera en asesoría fiscal e internacional, con enfoque nacional en Madrid, Barcelona y el País Vasco, y oficinas estratégicas en Madrid, Zaragoza y Barcelona. Reconocido por su especialización en la gestión de información con la Hacienda Pública, brinda asesoramiento experto en planificación, recursos e inspecciones fiscales.
En relación con la libertad de amortización sobre bienes adquiridos hasta el 31 de diciembre de 1994, Luis de Miguel Pérez destaca que esta está condicionada al aumento de la plantilla, siendo aplicable solo si la plantilla media en 1994 supera la de 1993, junto con una inversión de 15 millones de pesetas por cada empleado de aumento en la plantilla.
Luis de Miguel Pérez explica las desgravaciones e inversiones locales e internacionales
En relación con las desgravaciones, que son reducciones fiscales destinadas a estimular ciertas actividades como gastos educativos, donaciones caritativas o inversiones específicas, el abogado especializado De Miguel Pérez señala la importancia de considerar que este año también se aplicarían para los bienes muebles adquiridos mediante leasing. Además, destaca la relevancia de las inversiones en Canarias, donde es posible compensar la totalidad de la cuota íntegra, resultando en una deuda tributaria nula en la península.
Por otro lado, no se deben descuidar los ajustes contables necesarios para valorar las existencias al precio de coste o de mercado, optando por el valor más bajo, y para realizar las provisiones para insolvencias requeridas, añade Luis de Miguel Pérez. Es esencial calcular las provisiones según las normas establecidas en el Reglamento del Impuesto sobre Sociedades, ya que las provisiones generadas no son aceptadas por la Inspección como gasto deducible.
Además, existe la posibilidad de aplicar el sistema de cobro para los ingresos financieros obtenidos, excluyéndolos del beneficio contable. Los ingresos financieros pendientes de abono al 31 de diciembre o fecha de cierre del ejercicio pueden ser objeto de provisiones sobre gastos incurridos.
¿Por qué es importante el recuento físico de existencias para optimizar la contabilidad empresarial?
De Miguel Pérez destaca la importancia de llevar a cabo un recuento físico de las existencias, lo cual implica realizar una evaluación práctica y tangible de los productos o bienes almacenados en una empresa. Este recuento es crucial porque permite identificar aquellos bienes que tienen una rotación no normal, es decir, aquellos que no se mueven o venden con la frecuencia esperada.
La realización de un recuento físico de las existencias posibilita la aplicación de una provisión por depreciación en los bienes con rotación no normal. La depreciación es una forma de reflejar contablemente la disminución del valor de un activo con el tiempo. Al identificar y depreciar los bienes que no se están moviendo de manera normal, la empresa puede ajustar su contabilidad para reflejar de manera más precisa el valor real de esos activos, explica Luis de Miguel Pérez.
Es crucial notar que la provisión resultante de este proceso será fiscalmente deducible si se basa en un listado detallado de las existencias. Además, se destaca la importancia de las personificaciones, que son representaciones detalladas y específicas de cada tipo de bien en el inventario. Estas personificaciones son esenciales para calcular de manera precisa el resultado contable, garantizando una representación fiel de la situación financiera de la empresa.