La Presidencia del Cabildo atiende a diario numerosas peticiones de lo más variado. En muchas ocasiones se trata de consultas relacionadas con las diversas competencias que gestiona directamente nuestra institución o para pedirnos que intervengamos en algunas cuestiones que corresponden a otras entidades. También en esta comunicación permanente con la sociedad grancanaria hay ‘modas’ o épocas, aparte de las situaciones en las que un acontecimiento o un grave suceso originan una avalancha de solicitudes, como ha sido el caso de la pandemia producida por el Covid-19. En todo caso, el Cabildo siempre responde y, en caso de que sea necesario, también actúa para atender las necesidades de la población de la isla.
Abro esta reflexión porque últimamente se multiplican las consultas de jóvenes estudiantes que quieren conocer mejor su Cabildo. Alumnos y alumnas que se dirigen a nuestra Corporación para preguntar por el papel que juega la institución en un momento tan complejo para el mundo, donde la geopolítica y el discurso que predomina en los medios de comunicación es el de la falta de acuerdos y la confrontación. Es una realidad que desmoraliza a la comunidad que observa cómo la actividad política se centra en el bloqueo de las instituciones y no en dar respuesta a las preocupaciones endémicas o sobrevenidas de la ciudadanía.
Los enfrentamientos políticos también se manifiestan en pugnas territoriales. Hay comunidades que protagonizan la agenda política e informativa en el Estado, lo que sitúa a las demás en la periferia, en un patio de butacas marginal, como sufridas observadoras del esperpento nacional. Y, más aún, los medios nacionales cuando se trata de Canarias sólo se interesan por situaciones trágicas como es el balance de muertes en la ‘ruta canaria’, que nos sitúa en las antípodas de la imagen de destino de ocio y solárium hibernal de Europa.
Esto solo se puede superar gestionando correctamente los recursos disponibles y con un plan o programa que defina el proceso. De ahí que sea trascendente que se conozca el papel de las corporaciones locales e insulares, las que atienden los servicios cotidianos y directos para los vecinos y vecinas de cada pueblo, de cada isla.
Y así se lo trasladé a los alumnos y alumnas de la clase de Segundo C del IES La Isleta, y también a su profesor de Geografía, Óscar Iván, quienes han tenido el detalle de ponerse en contacto conmigo para pedirme que les explique la importancia de los cabildos y en especial del Cabildo de Gran Canaria.
El Cabildo de Gran Canaria es una institución que tiene mucho que ver con el presente y el futuro de toda la población de la isla, y ha sido así desde la creación de la Corporación cuyo origen histórico arranca en 1912, cuando el Congreso de los Diputados permitió la constitución en Canarias de un nuevo órgano de gobierno para atender la singularidad del archipiélago. Porque la realidad de Canarias es distinta a la del resto de España y, además, cada isla tiene su propia realidad en una frontera natural, el Atlántico que a la vez nos separa y nos une.
La historia ha demostrado que fue un acierto la creación de los gobiernos insulares. En el caso del Cabildo de Gran Canaria, este fue constituido en 1913 y es desde entonces una institución indispensable para el avance social y económico de la isla. Hoy en día, ni Gran Canaria ni ninguna otra isla, podrían ser entendidas sin su Cabildo. Y en su haber destacan iniciativas que dotaron a su población de centros sanitarios (San Martín o el Hospital Insular y la Escuela de Enfermería); universitarios o académicos (el Colegio Universitario de Las Palmas o la Universidad Internacional Pérez Galdós y la Casa de Colón), de investigación y formación (la Granja, las fincas de investigación agrícola o el Centro de Investigación de Taliarte), junto a otras muchísimas iniciativas.
Pero también es el artífice de las más importantes transformaciones en el último siglo, empezando por las políticas sociosanitarias, el desarrollo del sector primario y, sobre todo, la recuperación, conservación y mejora de la masa forestal, con la política de consorcios de repoblación o la construcción de las grandes presas de la isla. Unas actuaciones que se han mantenido en el tiempo durante 75 años y que permiten ver ahora unas cumbres que retienen las nubes para que el agua vuelva a los cauces de los barrancos, a la vez que recupera la tierra y frena los procesos erosivos.
Saúl, el alumno del IES La Isleta que me escribió, me preguntaba por la importancia constitucional del Cabildo… Le dije que era una pregunta muy pertinente. Si leen ustedes el artículo 141 de la Constitución Española, verán que consagra a los cabildos como garantía para dar respuesta a la insularidad. Porque ustedes saben que vivir en Gran Canaria es un privilegio, pero ese privilegio tiene el coste de la lejanía y de la fragmentación territorial.
Este era el sentido de una de las respuestas al estudiante de La Isleta, que quería saber también por qué debemos mantener los cabildos. Una respuesta que podría ser muy extensa, pero que resumí en el hecho de que el Cabildo defiende los derechos de todos los grancanarios y grancanarias y gestiona asuntos tan importantes como la ordenación del territorio, el agua, el sector primario, el cuidado del medioambiente, la igualdad, la cultura o la atención social, entre otras muchas tareas que se traducen en bienestar.
Y ahí entraríamos en la discusión sobre el significado de ‘gestionar’. Y tengo que responder con orgullo que el Cabildo ha optado por la acepción más transformadora y comprometida de la palabra, al ser conscientes de que no basta con administrar o hacer funcionar una entidad, sino sacar adelante un proyecto de isla, con lo que ello supone de cambio de modelo para dar respuesta a las demandas de la sociedad, garantizar las necesidades de futuro y responder a las amenazas que se nos presentan.
De ahí que esta juventud que apenas ha oído hablar del Cabildo en su formación pero que observa día a día la presencia del Cabildo, sus instalaciones, sus servicios y su compromiso en la defensa de la isla, se interese por conocer nuestra opinión, nuestra visión y nuestra misión para construir una isla sostenible, justa y segura para el futuro. Una ecoísla que avanza -paso a paso- con el cambio de modelo integral que garantice la soberanía alimentaria y energética, así como la seguridad hídrica. Un territorio que cumpla y sea vanguardia -mediante la implicación a través de procesos participativos- de las acciones para frenar la crisis climática, desde lo local con la mente puesta en lo global.
Por todo ello, el Cabildo de Gran Canaria sigue siendo tan necesario como hace 111 años. Porque es la lógica de la gestión territorial la que impone la necesidad de actuar conjuntamente, la sociedad insular, sus ayuntamientos, sus mancomunidades, la sociedad civil… Y para ello es también fundamental la formación, el modelo educativo que debe partir del conocimiento, sin olvidar el medio, el entorno, las instituciones en las que se deposita no sólo la calidad de vida de la comunidad en este momento, sino el pensamiento en el futuro, ese tiempo venidero en el que, probablemente, algún estudiante del IES La Isleta o cualquiera de los CEIP y centros formativos, ocupe un asiento en el Salón de Plenos del Cabildo de Gran Canaria.