Un total de 30 bañistas han sufrido las consecuencias de una mala gestión en una piscina situada en la localidad de Astrakhan, al sur de Rusia. Sucedió porque la cantidad de cloro multiplicaba 250 veces el máximo permitido. De los intoxicados, seis niños se encuentran en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos y asistido por oxígeno de apoyo.
Al parecer, según apuntan varios medios locales, el error habría sido cometido por los trabajadores de mantenimiento. Sin embargo, las autoridades continúan investigando el incidente para esclarecer los hechos. De momento, la piscina ha sido cerrada al público.
El cloro es un desinfectante que se utiliza para eliminar los gérmenes. La cantidad apropiada suele ir desde los 0,4 a 1,5 miligramos por cada litro de agua aproximadamente. Exceder este límite puede ser perjudicial para la salud: conjuntivitis, irritación e inflamación de la piel, problemas asmáticos y digestivos, espasmos, náuseas y mareos, suelen ser algunas de las consecuencias más graves.