Las ciudades europeas están inmersas en el desarrollo de nuevas políticas de movilidad urbana sostenible para dar solución a uno de los grandes retos de este siglo en las zonas urbanas: la congestión del tráfico y los problemas de desplazamiento. Las Palmas de Gran Canaria se mueve en esta dirección y, en la búsqueda de alternativas, la implantación del sistema de préstamo de bicicleta pública, la Sitycleta, se consolida como uno de sus grandes éxitos.
En una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria, con un trazado urbano llano y un buen clima, la bicicleta es uno de los medios de transporte más adecuados para disfrutar de la ciudad y hacer deporte sin contaminar el medioambiente.
El recorrido de distancias cortas sobre dos ruedas, como desplazarse al trabajo o realizar gestiones en el centro de la ciudad, resulta mucho más eficiente, y los habitantes de las Palmas de Gran Canaria ya conviven con total naturalidad con la Sitycleta.
El sistema se ha ido paulatinamente mejorando con un aumento del número de bicicletas disponibles, pasando de 150 a 375 e incrementando los anclajes, de los 134 iniciales a los 505 que hay en la actualidad. También el número de estaciones donde se puede recoger una bicicleta se ha triplicado, de 13 a 40. Las paradas se encuentran situadas a 400 metros de distancia, por lo que a día de hoy es posible disponer de una Sitycleta a solo cinco minutos caminando.
Detrás del sistema de préstamo de bicicleta pública de Las Palmas de Gran Canaria hay ya una historia de éxito, gracias a la innovación. Los vehículos han mejorado desde sus inicios y hoy en la capital grancanaria ya hay 20 bicicletas eléctricas y dos para personas con movilidad reducida. Gracias a la geolocalización, los usuarios pueden saber en tiempo real dónde encontrar una de ellas y pagar con el móvil.
La clave del sistema radica en la posibilidad de dar al ciudadano la posibilidad de elegir en qué medio de transporte moverse: la bicicleta, la guagua, la MetroGuagua, el taxi o sencillamente a pie con espacios creados para el peatón.