Los humanos hemos buscado siempre la manera de realzar nuestra belleza, y para ello, nos hemos valido de diferentes productos que hemos ido mejorando con el paso del tiempo. La industria de la cosmética factura millones de euros en España, y la ciencia se combina junto con la salud para producir productos que sean capaces de hacernos sentir mejor en el plano estético, sin descuidar en ningún momento la seguridad. Vamos a mostrarte cómo la fabricación de cosméticos hace uso de diferentes ámbitos científicos e industriales en la búsqueda constante de la mejora e innovación.
Cosmética y química, un tándem indisoluble
La valoración química en el mundo de la belleza es un campo que combina la ciencia con la estética para mejorar la salud y o dar una nueva apariencia a la piel, el cabello o las uñas. Esta disciplina pone el foco en la investigación, desarrollo y formulación de productos cosméticos y de cuidado personal, aplicando principios químicos para crear productos efectivos y seguros.
La química es básica en la cosmética industrial y en general, en toda la industria de la belleza. La razón es muy sencilla, permite desarrollar productos que satisfacen todas las necesidades de los consumidores, sin descuidar la calidad y, ni, por supuesto, la seguridad. Los ingredientes de los químicos cosméticos son seleccionados para que sean estables y no proporcione ningún tipo de problema a la persona que lo utiliza. Para ello, debe tenerse en cuenta algunos factores como el tipo de piel y la estabilidad de la fórmula que se va a procesar, todo con el objetivo de proporcionar la máxima seguridad al producto, que terminará llegando a las estanterías de los comercios o a las farmacias.
Es evidente que los consumidores van demandando cada vez nuevos productos y por esa razón, la industria cosmética está en continua innovación. El papel de los ingenieros químicos es fundamental durante todo el proceso de creación de un nuevo producto. Para ello, investiga cómo son los diferentes procesos que tienen lugar, cómo van a reaccionar con la piel, el cabello o las uñas o bien, el coste de poner en marcha ese producto con respecto al medio ambiente. Así, se realizan pruebas efectivas que tienen como objetivo garantizar la seguridad y evitar los efectos perjudiciales para la salud.
Retos de la industria cosmética
En un punto con una demanda muy alta de productos de belleza y cosmética, los principales retos están destinados a seguir, garantizando la seguridad de los productos, a la vez que se cumplen con la regulaciones de los organismos superiores. Esto implica evitar las pruebas en animales y cumplir escrupulosamente con el etiquetado. Para ello, es fundamental un conocimiento muy profundo de cuáles son los diferentes ingredientes que se utilizan a la vez que se busca de manera constante la innovación para continuar sorprendiendo al consumidor final.
El origen de los ingredientes
Desde que los humanos comenzamos a utilizar productos cosméticos hace miles de años, la industria ha ido evolucionando. En un origen, los ingredientes eran exclusivamente de origen animal natural, pero el avance en el estudio de la química fue proporcionando ingredientes de un espectro más amplio y sintetizados directamente por las investigaciones. En la actualidad, la industria cosmética utiliza tanto elementos de origen natural como sintéticos. Es importante reseñar que aquellos que son sintéticos pueden tener un origen natural, pero han sido transformados para poder mejorar sus propiedades. uno de los objetivos de la valoración química es determinar de manera efectiva la proporción de cada uno de los elementos para dar con una combinación correcta, que sea equilibrada y que proporcione los efectos deseados.
La búsqueda de la sostenibilidad, un factor clave
Sin lugar, a duda, la sostenibilidad se trata de uno de los aspectos más importantes dentro de cualquier industria, y la cosmética no es una excepción. Los consumidores cada vez buscan con mayor detalle aquellos productos que sean respetuosos con el entorno y que tengan en cuenta en su fabricación los ingredientes sostenibles. Para ello, el trabajo de laboratorio consiste en buscar alternativas en la producción de cosméticos, utilizando ingredientes biodegradables o naturales, a la vez que se reduce el consumo de agua y la energía empleada en todos los procesos de fabricación.
Por todas estas razones, la química dentro del mundo de la cosmética es el pilar sobre el que se fundamenta. Apostar por la seguridad a la vez que se innova es uno de los aspectos claves de este tipo de industria finalmente. La búsqueda de productos que sean amigables con el medio ambiente juega un papel muy relevante a la hora de desarrollar productos que sean seguros y eficaces, y que por otro lado, sean del agrado de los consumidores. Mientras los humanos tengamos la necesidad de seguir realzando nuestra belleza, la industria de la cosmética seguirá proporcionando todo lo que necesitamos para conseguirlo.