Por Europa Press
Miguel Ángel Silvestre sigue imparable con sus trabajos en televisión y lo cierto es que ahora nos ha sorprendido con su papel como Pablo Ibar en El corredor de la muerte, la nueva serie producida por Movistar. El actor nos ha asegurado que trabajar en esta producción ha sido muy intenso debido a que el último juicio de su personaje, donde era condenado de nuevo a la pena de muerte, ha coincidido con el rodaje de la serie. Toda una historia que nos ha dejado con la boca abierta que estamos deseando de poder verla.
¿Cómo ha sido el proceso, la decisión ejecutiva en este giro de vuelta para el también, de interpretar un personaje real que todavía está con vida y que te lleva a trasladarte a producciones como ‘Narcos’, ‘Sense 8’, que son grandes producciones internacionales, a una serie más local?
«Antes de tomar la decisión de hacerlo o no, creo que era importante documentarse bien y por lo menos siendo consciente de que no soy el poseedor de la verdad, porque no soy vidente en ese sentido, pero sí saber que sensación tenía yo con respecto a la inocencia de Pablo. Después de haber visto todo, pues eso, todos los documentales que hay de haber leído el libro de Nacho, de haber hablado con él, de haber visto imágenes que me pasó Nacho en un momento. En concreto, dos imágenes de la nuca del asesino y la nuca de Pablo. Supe realmente que estaba totalmente en contra de la pena de muerte y que estaba a favor de la inocencia de Pablo. Entonces considere que era un proyecto en el que quería, quería formar parte y ahí empezó todo y de ahí viene la decisión».
-Este es un drama muy intenso que no solo incluye un fragmento de la realidad,¿Cómo replicas la figura de Pablo desde la ficción?
«Fue un impacto para todos. Mientras estábamos preparando la serie le volvieron a condenar a muerte. Durante el rodaje salió la noticia que uno de los miembros del jurado dijo que había sufrido presión para dar su veredicto y de repente todos tuvimos la esperanza de que el juicio se iba a reanudar o se iba a cancelar y se tenía que volver a hacer. Fueron acontecimientos que, de una manera indirecta, hicieron que el equipo todavía estuviera más unido y tuviéramos más presente la historia que estábamos contando. Y ha sido curioso ver cómo las emociones nos iban llevando la como el trabajo en equipo de esta profesión es algo que celebrar cuando algo sucede, no cuando el cámara y la luz está en el sitio. El foquista, justo después de tu señal, cambia de foco. Es muy complicado a veces que algo salga bien, pero a veces sale bien, una escena. El otro día fue el día del estreno y tuve la suerte de conocer al padre de Pablo y fue muy impactante para mí, por todos los videos que he visto de él. O sea, creo que él es una gran inspiración de un padre que está al lado de su hijo hasta el final, de una manera muy generosa. Si ya ser padre es muy generoso, imagínate un caso como el padre de Pablo. Y a mí me toca de una manera muy sensible, porque yo perdí a mi padre este año y era inevitable cuando le conocí el otro día tener muy presentes eso. También todas las cosas generosas que tuvo mi padre en su día».
-¿Cómo has conseguido el personaje intentando ser lo más fiel posible a lo que es Pablo sin haber tenido contacto con él?
«Bueno, es que hay muchos videos de él. De lo que no conozco tanto es de la parte de su infancia y ha sido un poco algo que hemos tenido que construir con el director después de ver todos los vídeos. Los vídeos que yo veo de él es con el peso de una injusticia de en la espalda, el peso de una condena a muerte en la espalda, el miedo. Entonces, claro, me imagino que no es él en su estado natural. Aparte tuvimos que construir de una manera más artística y ceñirnos tanto a una realidad que desconocemos. Y el proceso fue ese, intentar ser lo más preciso posible con el acento con el que él habla y ver muchos vídeos de él y dejarme llevar por Carlos, que es el director y todas las cosas que me contaba Nacho Carretero. Parece como que todo iba a generando una expresión y unas formas».
-¿Crees que como ya ha sucedido con el libro de Nacho Carretero y con todo lo que se ha hecho a lo largo del tiempo, la serie va a ayudar y visibilizar aún más al público?
«Sí. Yo creo que la gente va a conocer muy bien todos los detalles y contradicciones que ha habido en los juicios. También lo que ocurrió esa noche y lo que convirtió a Pablo en sospechoso. Yo recuerdo cuando escuché la noticia y creo que mucha gente recordará ese momento, porque a mí me parece muy impactante, como un niño pequeño, pensar que el propio sistema podía desde una cierta legalidad, matar a otra persona. Me generó bastante miedo».
-¿Te ha ayudado más todo el visionado y toda la inversión que has realizado en material de archivo que había de Pablo Ibar o también ha sido positivo tu trabajo en Estados Unidos de cara a preparar este personaje?
«Hay algo en el camino que me resuena directamente que se habla en la serie que es el racismo que hay con los latinos en Estados Unidos. No es nuestro caso porque creo que a los españoles se nos trata con mucho cariño allí son muchos los españoles artistas o deportistas que han llegado a Estados Unidos y nos han dejado en un lugar muy especial. Yo, como español, nunca ha sentido nada que tenga ver con el racismo en Estados Unidos. Y con respecto a eso, creo que el ‘approche’ ha sido al trabajo un lugar muy técnico con el director y luego también conocer muy bien la realidad que vive Pablo a través de Nacho Carretero».
–En los últimos tiempos ha habido varias producciones de serie que han tratado el problema de la justicia estadounidense y sus irregularidades además también muy cercanas al tema racial, como por ejemplo ‘Así nos ven’. ¿También es este el caso de Pablo Ibar? ¿Un racismo institucionalizado en Estados Unidos?
«Sí, creo que es uno de los muchos casos donde el sistema judicial comete un error y como tu muy bien has mencionado está la serie de Netflix de ‘Los chicos del parque’ y creo que habla de muchos casos donde ha habido mucha manipulación y muchos intereses detrás y creo que sin duda, el caso de Pablo es uno de esos casos».