Esto no es tarea fácil, por lo tanto, prestar especial atención a la hora de contratar coberturas es imprescindible. Para contratar un buen seguro de moto, debemos conocer cuál es nuestro perfil como conductores, ser conscientes del tipo de moto que queremos asegurar y del uso que le vamos a dar, escoger una póliza adecuada a nosotros, asegurarnos de leer bien cada detalle referente a las coberturas que incluye y saber cuáles son sus limitaciones.
¿Es obligatorio contratar un seguro de moto?
La respuesta a esta pregunta es muy clara. La Ley establece que todo vehículo a motor, circule o no, tiene que tener un seguro en vigor que cubra, por lo menos, la Responsabilidad Civil Obligatoria.
Por lo tanto, el seguro de moto es obligatorio, aun si no utilizas la moto con mucha frecuencia.
Las consecuencias de circular con una moto no asegurada pueden ser muy graves. Por una parte, el propietario se expone a ser sancionado económicamente por las autoridades competentes. El importe de la sanción administrativa por circular sin el seguro obligatorio de responsabilidad civil asciende a 1.000 euros para un ciclomotor, y a 1.500 euros, en el caso de una motocicleta. El valor final de la sanción podrá variar dependiendo de las circunstancias en las que se haya circulado con la moto, así como de la gravedad de los daños causados como consecuencia de conducirla. Si por otro lado, al momento del siniestro el vehículo se encuentra estacionado, el importe de la sanción es de 650 euros, para un ciclomotor y de 700 euros, para una motocicleta.
Por último, cabe mencionar que, en el caso de que la moto no esté asegurada, las autoridades competentes de tráfico podrán inmovilizarla y trasladarla al depósito municipal de vehículos.
¿Qué tipos de seguros de motocicleta existen?
Afortunadamente, en la actualidad existen diversos tipos de seguros de moto, entre los cuales tenemos: seguro a terceros, seguro a terceros ampliado y seguro a todo riesgo.
Puedes contratar cualquiera de ellos aqui https://www.arpem.com/seguros-moto/.
Cada una de estas modalidades de seguro, tiene sus particularidades, ventajas y desventajas, por lo que entender su funcionalidad nos ayuda en el momento de escoger una u otra.
- Seguro de moto a terceros.
Este tipo de póliza está recomendada para conductores que utilizan la moto de manera ocasional, o que tienen un vehículo viejo. Esta es la opción básica y más económica. Incluye la cobertura de responsabilidad civil obligatoria, que como ya sabemos, es un requisito indispensable para poder circular con una moto por España, tal y como estipula la ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor.
Tiene como objetivo principal, dar cobertura a los daños provocados a terceros, tanto daños corporales, como materiales, en el supuesto de que al circular con la moto, ésta se vea involucrada en un accidente. En esta situación, la entidad aseguradora deberá asumir el coste de las indemnizaciones que se deben abonar a los terceros, como consecuencia del siniestro ocasionado.
En este tipo de pólizas suelen estar incluidas otras garantías voluntarias, tales como la asistencia en carretera, el seguro del conductor o la defensa jurídica.
- Seguro de moto a terceros ampliado.
Este tipo de póliza es ideal para conductores que tengan una moto de entre 3 y 7 años o que la aparquen en la calle, ya que, de este modo, están más expuestas a sufrir un robo. Podemos decir que es una opción intermedia que va más allá del seguro básico obligatorio. Es un poco más cara pero la protección que ofrece es notablemente mayor. Generalmente, además de las garantías obligatorias, incluye un rango más amplio para la póliza de terceros, con coberturas que garantizan algunos daños en la moto, como el robo o el incendio.
Sus condiciones podríían marcar mucho la diferencia en lo que se refiere a seguros de moto a terceros ampliado y seguro de moto a terceros.
- Seguros de moto a todo riesgo.
Este tipo de póliza está pensada para aquellos conductores de motos nuevas o de gama alta, por consiguiente es la opción más completa y la más cara en la mayoría de los casos.
Esta modalidad de seguro, ofrece la mejor cobertura tanto para el conductor y para la moto. A diferencia del seguro a terceros ampliado, incluye la cobertura de daños propios, lo que en términos generales quiere decir que,: si desafortunadamente te ves involucrado en un siniestro, los gastos de los daños ocasionados a tu propia moto estarán cubiertos, independientente de quien sea la culpa.. La lista de coberturas que incluye esta póliza incluye todas las modalidades incluidas en los seguros a terceros ampliado, aunque las limitaciones y exclusiones varían dependiendo de la compañía con la que firmes el contrato del seguro.
¿Qué debo hacer en el caso de ser parte de un accidente de tráfico?
Obviamente ser parte de un accidente sea de la índole que sea, nunca será algo agradable. En el caso de los accidentes de tráfico, en los que dos vehículos se ven involucrados, podemos decir que la forma más apropiada de afrontarlos es a través de un parte amistoso de accidente.
En ese caso te será de mucha utilidad saber Cómo rellenar un parte amistoso de accidentes. Este es un documento en el que ambas partes manifiestan las circunstancias del siniestro y, a pesar de lo sucedido, son capaces de redactar los hechos del accidente por escrito, así como los daños que han sufrido sus respectivos vehículos y sus datos personales detalladamente. Actuando de esta manera, no solamente facilitarán el proceso de resolución del problema, sino también el trabajo de las compañías de seguros a la hora de determinar quién ha sido el culpable y distribuir los gastos derivados del percance.
En el caso de que no logremos un acuerdo con la otra parte o existan más de dos vehículos implicados, lo adecuado es contactar con las autoridades para que redacten un atestado con las versiones de todas las partes involucradas.
Resolver un conflicto nunca ha sido fácil, pero siguiendo una serie de parámetros podemos llegar a solucionarlo de manera eficaz y sin tantas complicaciones. En estos casos es recomendable:
- Mantener la calma.
- Tener la situación bajo control.
- Llegar a un acuerdo.
- Decir la verdad en todo momento.
- Especificar los hechos detenidamente y sin prisas.
- Confiar en que el seguro está para este tipo de situaciones, de modo que todo tiene solución.
- Firmar el parte amistoso.