El Español
Más atención electrónica. Los operarios se sentarán en el coche y, mediante una especie de iPad, supervisarán todos los aspectos desde el ordenador (ABS, frenos, dirección asistida, airbags…). Así como las emisiones contaminantes –que también las comprobarán a través de los sistemas habituales. Esta medida ya está implantada en muchas comunidades e irá llegando poco a poco a todas.
Cambio de plazos. A partir de mayo de 2020, todos los vehículos podrán pasar la ITV con un mes de antelación a la fecha de vencimiento. La intención es que los conductores tengan más tiempo para acudir a sus respectivas estaciones. Y, por otro lado, de no pasar la inspección técnica, los conductores podrán repetir la ITV en cualquier otro centro –esto también se ha aplicado ya en muchas Comunidades Autónomas.
Multas por no pasar la ITV. La DGT pretende reducir los accidentes de tráfico y, para ello, pondrá el punto de mira en todos aquellos vehículos que no hayan pasado la inspección. Durante este 2020, desplegará en más de una ocasión sus radares especializados en captar coches que no hayan pasado la ITV y los sancionará con 200 euros. También habrá –como la pasada semana– Guardias Civiles pendientes de esta cuestión en las carreteras españolas.
El funcionamiento de estos radares es bastante sencillo. su lente capta la imagen de la matrícula y después se procesa el estado de la ITV del vehículo así como su permiso de circulación. De esta forma, la DGT puede saber cuántos coches no cumplen con las reglas.
Los coches con la J. Si la matrícula de tu coche empieza por la J, seguramente tengas que pasarla este año. Las periodicidades no cambian, pero sí que hay muchos vehículos que, por primera vez, tendrán que pasar la ‘prueba’. Los primeros cuatro años los coches están exentos, a partir de ahí la inspección se realizará cada dos años y después, anualmente.
Alumbrado y neumáticos. En las ITV supervisarán –más todavía– las luces y los neumáticos. Tráfico ha denunciado que más de un millón de vehículos circulan con defectos graves en las ruedas. O bien, tienen ranuras con una profundidad inferior a los 1,6 milímetros recomendados. Y, por otro lado, que las luces que proyecten los faros sean suficientes y que estén perfectamente dispuestas para evitar deslumbrar a otros conductores. Por eso, la DGT recomienda cambiar las lámparas cada 40.000 kilómetros.
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