Una mujer de 35 años, residente en Pensilvania, sufrió el denominado síndrome del shock tóxico por el que estuvo al borde de la muerte después de dejarse un tampón durante un mes aproximadamente. Se trata de una infección que podría ser mortal si no se diagnostica a tiempo.
La afectada, Jessica Bailey, que vive con su marido y sus tres hijos, ha querido contar ahora la enfermedad a la que se enfrentó cuando tenía apenas 20 años y trabajaba como gogó. Según recoge el diario británico The Sun, la mujer no se percató de que el tampón estaba en su vagina hasta que los médicos se lo extrajeron.
“Lo que hacen las bailarinas cuando tienen la regla es cortar el cordón del tampón para que no se vea mientras trabajaban”, declara en la entrevista, agregando que a la mañana siguiente dio por hecho que se lo había sacado e introdujo uno nuevo.
Con el tiempo, comenzó a sentir nauseas y malestar, acabando en urgencias conforme empeoraba su situación, ya que Jessica estaba muy enferma. El personal médico quedó estupefacto cuando descubrió el objeto en su interior, diagnosticándole así el síndrome del shock tóxico.
La afección provoca la entrada de una bacteria en el torrente sanguíneo y 3 de cada 100.000 mujeres la contraen. Puede provocar fiebre elevada, vómitos, hipertensión, mialgia y dificultad respiratoria. La mujer indica que la experiencia fue “desgarradora” y que le dijeron que podría haber muerto.