Un niño de 10 años enfureció al perder en un videojuego contra su compañero de clase. En lugar de aceptar la derrota, el niño fue a su casa, tomó la pistola de su padre y regresó al lugar donde había jugado con su compañero, Samuel, de 11 años. Con la pistola, el niño disparó y mató a Samuel.
La madre de Samuel llegó justo a tiempo para sostener a su hijo mientras convulsionaba y luchaba entre la vida y la muerte. A pesar de los esfuerzos para salvarlo, Samuel murió debido a la herida en la cabeza causada por la bala. La madre de Samuel está pidiendo justicia y culpa a los padres del niño por dejar una pistola al alcance de un menor.
El niño autor de los hechos y su familia han huido del pueblo donde ocurrió el suceso, La Perla, en el estado de Veracruz, México. El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, ha calificado el incidente como «triste» debido a la falta de responsabilidad de los padres al dejar un arma al alcance del menor.
En México, la posesión de armas es cada vez más común y se utilizan en altercados callejeros, conflictos domésticos y en las escuelas. A pesar de las campañas del Gobierno para desarmar a la población, la violencia en los barrios más pobres y la precaria seguridad impiden que los vecinos entreguen sus armas.
Veracruz es uno de los estados más violentos de México debido a su situación estratégica entre el mar y el camino hacia Estados Unidos, convirtiéndose en territorio de guerra para los narcotraficantes. El incidente mencionado anteriormente es un ejemplo más de la violencia que se vive en México y la necesidad de tomar medidas para evitar estos tristes sucesos.