Las restricciones de agua en Vilaflor continuarán “al menos” todo el mes de agosto

La sequía de los últimos años, las altas temperaturas y las roturas en la red obligan al Ayuntamiento a cortar el abastecimiento varias horas al día
Las restricciones ponen en riesgo los cultivos de un municipio eminentemente agrícola. Sergio Méndez
Las restricciones ponen en riesgo los cultivos de un municipio eminentemente agrícola. Sergio Méndez

Dos años seguidos de sequía, con un descenso del 40% de los acuíferos de la zona, unido a las altas temperaturas propias del verano, han obligado al Ayuntamiento de Vilaflor a restringir el abastecimiento de agua en el municipio. Los cortes afectan al casco, entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana, y a Ifonche, Camino Real y Jama durante la mañana y puntualmente por la tarde. Las interrupciones diurnas se producen porque los depósitos están en las zonas altas y si se consume agua en las localidades reseñadas, esta no llegaría a núcleos como La Escalona.

“En La Escalona y Trevejos el consumo es bastante alto, pero es que además de la sequía y el calor hay que unir un tercer factor: las roturas que sufrimos en la red”, advierte Chano Marrero, concejal de Aguas de Vilaflor. El edil recuerda que solo el mes pasado realizaron 22 intervenciones para reparar roturas en la red de abasto del municipio localizadas en Los Cortados, Los Castaños, Camino Real (alto y bajo), la carretera general, además de varias conexiones con viviendas. “Toda esa agua que se pierde merma muchísimo los depósitos”, lamenta.

“Nosotros calculamos que esta situación durará el mes de agosto; el problema es que el abastecimiento en Vilaflor depende directamente del Ayuntamiento, que se tiene que ocupar de tener agua y solo contamos con las galerías de El Pinalito y Fuente Fría, pero es insuficiente por el alto consumo y las roturas”, manifestó el edil. Esta circunstancia, además, pone en serio riesgo los cultivos de un municipio eminentemente agrícola y, sobre todo, vitivinícola.

Nuevas desaladoras

Chano Marrero, concejal de Aguas, apela a la solidaridad de los vecinos para que hagan un uso racional estos días y confía en que la inminente entrada en servicio de las desaladoras de Granadilla, primero, y Fonsalía después, permitan liberar agua en la zona alta, “con lo que el municipio dispondría de un caudal mayor que el actual y, además, a un coste algo más económico”.

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