El Gobierno de Clavijo ya muerde el polvo del desierto

En la travesía que acaba de iniciar el presidente (CC), sin votos para gobernar, han surgido ideas a la desesperada: volver con el PSOE, atraer a Nueva Canarias y otras ocurrencias
Clavijo, durante el último pleno del año pasado, días antes de la ruptura del acuerdo de gobierno con el PSOE. A. GUTIÉRREZ

Por A. M. S.

La esperpéntica crisis política canaria promete sorprendernos con nuevos episodios. En las últimas horas, CC y un sector del PSOE han comenzado a aproximarse por mensajería, ante la evidencia de que, tras la ruptura de ambos en el Gobierno, tienen algo en común: no saben qué hacer por separado. Tanto Carlos Alonso (CC) en Tenerife como Dolores Corujo (PSOE) en Lanzarote han declarado, sin ambages, que el pacto entre los dos partidos puede reconducirse.

Corujo perdió la presidencia de su grupo parlamentario en favor de Patricia Hernández cuando esta fue destituida, y Alonso siente en el cuello el aliento de una moción de censura si no ata al PSOE en el Cabildo de Tenerife. Este runrún es fruto de la posición de Asier Antona (PP), que tras animar a Fernando Clavijo a echar al PSOE, ha marcado después distancia de CC en lugar de prestarle públicamente auxilio, como sí ha hecho Casimiro Curbelo, de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), con lo que deja al Gobierno renovado hace 48 horas en una fragilidad límite, como no se recuerda en más de 30 años de autogobierno. “Son consejeros de quita y pon”, declaró ayer al DIARIO un destacado dirigente de Coalición. “Si entra otro socio, Clavijo se desprende de Pablo Rodríguez, de Barragán y de Mariate Lorenzo”, apostilló.

Esa sensación de interinidad dificultó la elección de consejeros efímeros y abrió nuevas -y viejas- heridas en el partido, que no se caracteriza en este período por su unidad interna. La figura de Clavijo ya está siendo seriamente contestada en las islas orientales para cortarle el paso como candidato en las elecciones de 2019, si llega a esa fecha al frente de su Gobierno en precario.

CENSURA O CONFIANZA

Esto último depende de que no sufra una moción de censura, ni de que se vea obligado a someterse a una cuestión de confianza, dado el evidente riesgo de perderla. Los tres partidos del bloque del cambio (PSOE, Podemos y Nueva Canarias) lo están esperando este mes, en un pleno extraordinario donde deberá comparecer y explicar la ruptura con el PSOE y su método del economista en casa -Clavijo es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales-: ¿cómo suma 31 para gobernar en un Parlamento de 60 si a sus 18 escaños solo se le han adherido los tres de Curbelo? CC y ASG presentaron una petición de pleno extraordinario para enero, que interpretan en el bloque como un intento de Clavijo de comparecer voluntariamente y “no a rastras”. Los dos plenos, a buen seguro, se fundirán en uno.

¿Volver con el PSOE? “No lo vamos a permitir”, señaló anoche un dirigente del citado bloque. “El PSOE y CC serían el hazmerreír”, remató. En la hipótesis de la reconciliación andarían socialistas de Fuerteventura, Lanzarote y La Palma, que gobiernan con CC a nivel local y se dejan cortejar por el partido que los expulsó, incluso, especulando con un nombre: el de Patricia Hernández, la vicepresidenta y consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, a la que Clavijo nunca tragó -quizá lo justo sea decir que el sentimiento era mutuo-. “Esa teoría de querer apartar desde dentro a Patricia viene circulando desde el cese y está alimentada por CC; carece de fundamento”, salió al paso un representante socialista de Tenerife.

Ante la minoría temeraria del presidente, algunos respetables dirigentes de CC, temerosos de que su Gobierno naufrague en poco tiempo, han hecho conjeturas con el corazón: ¿por qué no invitar a Román Rodríguez -que tiene en Nueva Canarias (NC) cinco diputados- a sumarse a CC con ASG? “Con 26 escaños sí se puede gobernar y sería el germen de la unidad nacionalista”, indicó uno de los padres de la idea. “Estando Clavijo no tenemos nada que hablar”, cortó por lo sano un dirigente de NC.

¿Cuál es el problema?, se preguntó en voz alta, en esta rueda de opiniones en el día de Reyes uno de los miembros del bloque del cambio. Y se respondió, como indicábamos al principio: “El problema es que el PP le ha hecho un regalo envenenado a Clavijo, y quizá lo engañó, pues después de febrero, cuando se aprueben los Presupuestos del Estado, no van a entrar en el Gobierno, en Madrid no se lo van a permitir, ya que se estrecharán aún más los lazos PP-PSOE por lo de Cataluña, la reforma de la Constitución, las pensiones… Clavijo está solo.” El lunes, la Junta de Portavoces de la Cámara lo citará para interrogarlo este mes en un pleno extraordinario, una suerte de encerrona rodeada de lógica expectación.

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