Fue el 13 de abril del año pasado cuando el Cabildo de Tenerife y todos los grupos políticos del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz suscribieron el acuerdo que marcaba la hoja de ruta para iniciar el proyecto de parque marítimo y puerto pesquero, deportivo, comercial y turístico. Ese día fue definido como histórico por casi todos los presentes, porque se atendía, por fin, a una reivindicación de los portuenses que data de hace más de un siglo. Sin embargo, el proyecto de construcción del muelle ha vuelto a naufragar y sufre una modificación importante al pasar de categoría I a II, ya que esta última no contempla, en principio, el atraque de ferrys y cruceros. Así lo confirmaron tanto el alcalde de la ciudad, Lope Afonso, como el portavoz del Grupo Socialista, Marco González.
Esta situación se expuso ayer durante una reunión de la comisión de seguimiento del proyecto, en la que además de los ya citados estuvieron presentes el presidente insular, Carlos Alonso, y representantes de todos los grupos políticos en el Ayuntamiento. Ahora se requiere de una decisión política: salvar el proyecto y continuarlo como categoría II o comenzar otra vez de cero.
Lope Afonso lo tiene claro y apuesta por continuar. La diferencia que puede haber es la pérdida de funcionalidad, pero el proyecto sigue siendo el mismo. “Ni yo ni ningún compañero de Corporación estamos dispuestos a apoyar que se recorten las posibilidades del proyecto”, sostuvo. En el caso del Cabildo, sus dirigentes también quieren seguir adelante. Entre otros motivos, porque por primera vez el proyecto cuenta con una ficha financiera concreta y se ha creado una unidad específica con técnicos de diferentes áreas de la Corporación insular, que tienen como encargo avanzar en la tramitación con otras administraciones públicas para que el futuro puerto se concrete.
Sin embargo, el portavoz del PSOE amenaza con salirse de la hoja de ruta firmada si no se garantiza la línea de pasajeros en la infraestructura, como se acordó. “Después de meses, Carlos Alonso se da cuenta de que el cambio de categoría I a II era una condición sine qua non para que el Cabildo pueda ser el promotor de la obra”, critica en un comunicado.
Cambio en el Plan de modernización
Otra de las cuestiones que se abordó en la reunión es la necesidad de aprobar una modificación al Plan de Modernización para ordenar el recinto portuario; darle compatibilidad a la situación que se da en el límite con la zona de La Ranilla, que es Bien de Interés Cultural (BIC); y el traslado del campo de fútbol de El Peñón y la ordenación de la parcela deportiva, ya que estaba clasificada como uso deportivo, pero no estaba desarrollada.
Esto último supondrá un retraso en la aprobación de la modificación de la declaración de impacto ambiental, aunque la perspectiva es que se pueda tener dentro de un mes, dijo Afonso.
El mandatario explicó que los cambios vienen motivados por un informe de la Consejería regional de Obras Públicas “en la época en la que estaba regida por el PSOE”
matiza, que cambia “radicalmente el criterio seguido por Puertos Canarios”, que estimó inicialmente la concesión del dominio público terrestre.
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