Quevedo y Montoro acuerdan iniciar la negociación sobre los Presupuestos

El diputado de Nueva Canarias y el ministro de Hacienda perfilan la agenda de los contactos bilaterales, después de la reunión exploratoria de principios de este mes con el coordinador general del PP, Maíllo
El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, en la tribuna de oradores del Congreso. / EP
El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, en la tribuna de oradores del Congreso. / EP
El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, en la tribuna de oradores del Congreso. / EP

La estrella de Pedro Quevedo brilla en el firmamento de la política nacional. ¡Quién se lo iba a decir hace unos meses! Después de rechazar con reiteración la proclamación de Mariano Rajoy, el disputado voto del diputado de Nueva Canarias en el Congreso se cotiza tanto como el número complementario (176) en la lotería del Congreso. Aunque el PP y NC estuvieran a años luz, el acercamiento es más que virtual. Dos semanas después de la reunión exploratoria con Fernando Martínez Maíllo, Quevedo se vio ayer con el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro. Fuentes de NC transmitieron al DIARIO que ambos acordaron formalmente iniciar las negociaciones en torno a los Presupuestos Generales del Estado de 2017, que el Gobierno pretende aprobar con el apoyo añadido de Ciudadanos, el PNV y CC.

Tal como había trasladado a este periódico, Pedro Quevedo confirmó a Europa Press que “existe voluntad de discutir y negociar lo que sea posible”. La piedra filosofal es el cambio en el trato hacia la Comunidad Autónoma. “Estamos dispuestos de verdad a sentarnos a discutir. Y eso son papeles encima de la mesa”. Para empezar, han quedado en que Montoro irá dando cuenta de lo que trate con el resto, con “información precisa”.

En este escenario, el presidente de NC, Román Rodríguez, se confiesa igual de “optimista” que “exigente” con las demandas que recoge el programa con el que este partido concurrió a las dos últimas convocatorias electorales, en alianza con el PSOE. “Somos autónomos pero leales”, recalca, de modo que a sus compañeros de viaje no les pilla por sorpresa este giro. Es más, se sospecha que la gestora federal lo ve razonable y deseable para garantizar al estabilidad institucional sin que se note un exceso de colaboración del PSOE con el PP en un proceso precongresual nada tranquilo y que amenaza con un adelanto de los comicios si Rajoy percibe que su barba corre peligro.

Naturalmente, no va ser cosa de coser y cantar. En eso quieren diferenciarse de Coalición Canaria. “No vamos a entregar nuestro voto por una migajas” advierte Rodríguez. “Nos moveremos en función del interés general y de lo que necesita Canarias. Sabemos distinguir la investidura de la legislatura”. De hecho, NC se abstuvo en el techo de gasto y se posicionó a favor del incremento del salario mínimo interprofesional y de las subidas de impuestos a las grandes sociedades. “Hablaremos y decidiremos”, enfatiza. “Estamos abiertos al diálogo. No rehuiremos de nuestras obligaciones como representantes públicos y tampoco renunciamos a los principios que hemos venido defendiendo”.

Con todo, Nueva Canarias concede mucha importancia al “acompañamiento” de la ley presupuestaria. Al respecto, Román Rodríguez recuerda la reivindicación de las reformas del sistema electoral y del Estatuto. “No se trata de chantajear, sino de condicionar”, aclara.

Las perspectivas son halagüeñas. El martes, Montoro marcó de rojo el 31 de marzo en el calendario del Consejo de Ministros. El proyecto se enviará al Congreso y se presentará “en la primera semana de abril”. Albert Rivera garantizó el domingo la contribución del C’s, un obstáculo menos en un camino empedrado que empieza a despejarse.

Ayer, Rajoy prometió que hará un esfuerzo hasta el último minuto. “Es bueno para los españoles que haya nuevas cuentas públicas”, comentó el presidente con su habitual prudencia en los pasillos del Congreso.

La visita, el lunes, de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se interpreta como una señal alentadora.

Mofa de Pablo Iglesias

Una mofa de Pablo Iglesias (Podemos) sobre los apoyos a los Presupuestos le cayó a Pedro Quevedo como una patada en la boca del estómago. No vomitó por respeto a los empleados de limpieza del Congreso. “Este tipo de disparates suele ser el reflejo de la debilidad de su organización”, profirió.

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