A Miguel Concepción se le acumulan los problemas. El antaño poderoso magnate de la construcción y el transporte, dos sectores fundamentales en la economía de Canarias, fue acusado ayer, junto a sus dos hijas, como presunto autor de un delito de estafa a cuenta de las bonificaciones estatales en los vuelos de residentes entre las islas. El escrito de la fiscal Jezabel Criado, fechado el 21 de junio de 2017, pero desvelado ayer, recoge las conclusiones provisionales del Ministerio Público, paso previo a la apertura de juicio oral o, lo que es lo mismo, el final de la instrucción del caso que precede a la preparación del juicio. Para la Fiscalía, Concepción es presunto autor de un delito de estafa junto a sus dos parientes y por el que también debe responder Islas Airways, una compañía aérea ya disuelta. Las penas solicitadas son de 4 años de cárcel para los tres implicados y, entre indemnizaciones y multas, cerca de 15 millones de euros que deberían pagar entre los tres acusados y la empresa en cuestión. Para el caso de que la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife estimara que los hechos investigados no suponen una estafa, sino un fraude en subvenciones públicas, la fiscal pide como penas alternativas tres años de prisión y un total de 10 millones y medio de euros que habrían de pagar, igualmente, entre acusados e Islas Airways.
Semejante revés judicial para Concepción, que mantiene su popularidad gracias a seguir como presidente del CD Tenerife, se suma a la implicación de su constructora, Traysesa, en el llamado caso Carreteras. Como informó hace un año DIARIO DE AVISOS, una denuncia presentada entonces por la Fiscalía Anticorrupción señala a la constructora de Concepción como una de las beneficiadas por las presuntas irregularidades detectadas en el Cabildo de Tenerife. Así, uno de los expedientes investigados por este caso está centrado en el mantenimiento, vigilancia y conservación de la TF-1. Anticorrupción denuncia que el Cabildo supuestamente pagó dos veces por el mismo servicio a Traysesa. En total, la constructora cobró más de 414.000 euros de la Corporación por dicho servicio, cuando al parecer le correspondía la mitad.
En la corona que lucía Concepción en sus tiempos gloriosos brillaban tres diamantes. Islas Airways ya no vuela, pero ensombrece notablemente el futuro más cercano de este empresario. Traysesa entró en concurso de acreedores el 18 de enero de 2013, algo menos de un mes después que la aerolínea, si bien la constructora ha sobrevivido hasta ahora. Para ello, el propio Concepción se acogió voluntariamente como persona física a un concurso de acreedores, para así avalar con su patrimonio personal las deudas contraídas por las dos empresas. La tercera joya es, claro está, el CD Tenerife, del que es accionista mayoritario. Aunque la situación económica del club ha mejorado tras una etapa en la que llegó a estar en causa legal de disolución, esta temporada no termina de responder a las expectativas despertadas por uno de los presupuestos que, a priori, debería corresponder a un equipo que disputase el play-off de ascenso a Primera División.
Definitivamente, tiempos pasados fueron mejores para Miguel Concepción.
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