Coalición

A los partidos se les vota por rutina -indolencia, a veces- o por una utilidad proyectada hacia el futuro. Impugnar lo existente moviliza a muchos votantes. Así lo escribió, horas después de las últimas autonómicas, Nicolás Redondo Terreros

A los partidos se les vota por rutina -indolencia, a veces- o por una utilidad proyectada hacia el futuro. Impugnar lo existente moviliza a muchos votantes. Así lo escribió, horas después de las últimas autonómicas, Nicolás Redondo Terreros. El actual presidente de la Fundación para la Libertad hizo un diagnóstico del PSOE que vale para Coalición. En este punto, desandemos lo andado. Se dijo aquí, el martes, que el retroceso de CC no obedece tanto a un problema de credibilidad como de pérdida de la percepción de utilidad que el electorado tuvo y ha dejado de tener cuando piensa en Coalición. Cuarenta y ocho horas más tarde, ayer, en este periódico, al analizar la situación de CC Carlos Alonso se centró con reiteración en ese valor, en la utilidad. CC es un instrumento muy útil, recalcó. Dijo algo más, y con razón. El problema es que CC muchas veces no hace lo que dice que tiene que hacer, advirtió.

Alonso hila fino cuando pide que Coalición se movilice para movilizar. No predica en el desierto. Otras voces de CC lamentan -en privado- que saben qué deben hacer pero no están haciéndolo, que necesitan poner al día el mensaje y sus cauces (están tardando, el reloj de otras generales se les echa encima). Dije, y reitero, que para recuperar la centralidad les hace falta un relato diferenciador, realista; y, como apunta Alonso, de oportunidades. Cualquier cosa menos hacer como que nada ha pasado porque, si persisten en ese error, en la desmovilización y en la pérdida de la noción de utilidad, puede (como apuntó Redondo, hablando del PSOE) que Coalición desfallezca por su incapacidad para adaptarse a la sociedad que ha contribuido a cambiar.

TE PUEDE INTERESAR