Lluvia de estrellas en Cuba

Se anunciaba en los medios de comunicación lluvia de estrellas y eclipse de Luna a la llegada de la primavera

Se anunciaba en los medios de comunicación lluvia de estrellas y eclipse de Luna a la llegada de la primavera. Curiosamente el parte meteorológico se cumplió en el Caribe, en Cuba de manera particular. Basta con repasar las noticias de estos días para comprobarlo.- Primero llegó la estrella de Nicolás Maduro, presidente de la república bolivariana de Venezuela, luego la de Barack Obama, estrella del Tío Sam, de los EE.UU. de América, que eclipsó el panorama celestial del trópico del hemisferio norte del planeta Tierra, al robarle luz a la Luna. Raúl Castro se mantenía impertérrito en su observatorio de La Habana, puesto que las predicciones del padre Viñes no apuntaban turbulencia alguna en los cielos caribeños.No obstante la llegada de Maduro sirvió parareforzar y reafirmar el Convenio de Cooperación entre ambas repúblicas americanas, repleto de vínculos fraternales, donde Venezuela renovó su compromiso de servir más de cien mil barriles diarios de petróleo a Cuba, a cambio de aportaciones en recursos humanos, para cubrir los déficit en sanidad y educación, con especial atención a los planes comunes para defenderse de los ataques de los virus ocasionados por el dengue y el zika. Asimismo para recibir el apoyo político de Raúl Castro ante la inminente llegada de la estrella norteamericana y conseguir erradicar a Venezuela de la lista de “países malos” que amenazan al Tio Sam. La estancia de Obama coincidió con los días internacionales de los bosques y del agua, 21 y 22 de marzo, y permitió restablecer los lazos diplomáticos entre USA y Cuba, que se habían roto hacía décadas por razones eléctricas. Por una chispa que saltó en el buque Maine, atracado en el puerto de La Habana, en la recta finisecular del XIX, y permitió el nacimiento del imperialismo yanqui, entre 1898 y 1902, con Guantánamo incluido. Luego por la chispa bélica del ataque a la isla grande de las Antillas en Bahía Cochinos,después de la mitad del siglo XX, cuando la Guerra Fríaamenazaba el mundo.

Esta es la crónica resumida de la llegada de la primavera a Cuba,en marzo de 2016. Seguro que su lectura hubiera gustado mucho a José Martí y a Simón Bolívar, pero también al venezolano Alexis Márquez, profesor de Lengua; al Nobel de Literatura, el portugués José Saramago, y al ingeniero cubano, Oswaldo Payá, Premio Sajarov del Parlamento europeo. Se habrían sorprendido del alcance de la raya política a la que su Cuba adorada ha llegado, en sus relaciones políticas con USA, y esperemos que también con los derechos humanos de los cubanos.

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