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Cosas de familias (políticas)

Las rencillas entre los dos socios en el Ejecutivo regional están provocadas por las desavenencias internas surgidas tanto en el PSOE como en CC

Cosas de familias (PSOE-CC). / DA

Las riñas familiares comprometen la estabilidad y la credibilidad del Gobierno de Canarias. Las rencillas entre los dos socios en el Ejecutivo regional están provocadas por las desavenencias internas tanto en el PSOE como en CC. De sobra es conocida la preferencia de Fernando Clavijo a pactar con el PP, una no disimulada afinidad que levanta sarpullidos en las pieles curtidas durante el mandato de Paulino Rivero. No es insustancial que los, en teoría, máximos dirigentes de ambos partidos fueran dos estrechos colaboradores del anterior presidente. José Miguel Barragán  (CC) y José Miguel Pérez (PSOE) resisten a duras penas en una lucha de clanes con intercambio de fuego cruzado en la frontera de la lealtad, de tal manera que las patadas en las canillas bajo la mesa que más duelen son las que surgen entre hermanos. Y también son las más confusas, porque cuesta distinguir la seriedad de la broma. Desde el minuto uno, las manecillas del reloj se han dado codazos. Ha habido intencionalidad dentro de cada esfera de la alianza por quebrar la confianza y se han creado universos paralelos.

En Coalición Canaria no hay un problema de liderazgo, sino un conflicto sensorial como causante del vértigo. La psicología política explica que los mareos y las náuseas  llegan cuando “las sensaciones del sistema vestibular no concuerdan con las de la vista y el cuerpo”. Se aconseja “mantener la cabeza inmóvil, cerrar los ojos, recostarse y respirar profundamente”.  Si no, vienen los vómitos.

Clavijo se ha rodeado de unos círculos concéntricos que describen una órbita elíptica. A su vera brilla la estrella de Rosa Dávila, consejera de Hacienda y secretaria de Organización de CC en Tenerife. Aparte de portavoz parlamentario, José Miguel Ruano es oficial de bomberos. Tras estar relegado en la legislatura precedente, en el presente se encarga de arreglar los desaguisados.

La influencia de Ana Oramas gana enteros en el Congreso, donde cierra acuerdos tanto con el PSOE como con el PP y rentabiliza el valor de un escaño. Su crédito personal en CC no pierde interés. Álter ego de Clavijo, está disponible para lo que se preste.

Carlos Alonso logró vencer los recelos de sus compañeros, que al principio lo veían como un advenedizo, y el relevo de Ricardo Melchior lo ha llevado a buen puerto. Ahora es una autoridad. El presidente del Cabildo tinerfeño coge carretera y manta. La expresión le va como anillo insular al dedo, con el que señala a los responsables de sus enfados; casi siempre, gestores del PSOE en otras instituciones y organismos públicos.

El que tuvo retuvo. Los años pasan, pero no pesan si la experiencia adelanta a la decadencia en el camino de la vida. En CC dicen que el palmero Antonio Castro se ha hecho merecedor del título honorífico de ilustre. No en vano, desprende una enorme ascendencia sobre sus correligionarios. Y continúa en activo: de la presidencia del Parlamento, a la del grupo Nacionalista (CC-PNC).

Mario Cabrera ejerce de guardián de las esencias de Asamblea Majorera y, cual Pepito Grillo, sopla el silbidito ante las majaderías.

El diputado Juan Manuel García Ramos guarda un tesoro: las siglas del PNC, el santo grial del nacionalismo canario.

En el PSOE andan buscando la brújula. A Patricia Hernández se le complican los planes para ser secretaria general. A la vicepresidenta autonómica le están poniendo palos en las ruedas. Se sospecha que dejaron caer Granadilla de Abona con el perverso propósito de que los alcaldes del Sur  retiraran el apoyo a Hernández. José Miguel Rodríguez Fraga (Adeje) comparte confidencias con la andaluza Susana Díaz, que derribó el pedestal en el que había subido a Pedro Sánchez. En la gestora federal, que dirige el asturiano Javier Fernández, participa la portuense Lola Padrón, presidenta del PSOE de Canarias, a la que habían defenestrado después de las primarias para las elecciones del 24 de mayo  de 2015, de las que Patricia Hernández salió victoriosa frente a Carolina Darias y Gustavo Matos. Este aún alberga la esperanza de liderar algo y la jefa del Legislativo se posiciona como una tapada, lo mismo que Juan Fernando López Aguilar. El ex secretario general, exministro y actual eurodiputado ha insinuado que le gustaría repetir. Aunque se le ha vinculado a la candidatura de Hernández, esa opción no parece muy probable. Cuando se resuelva el embrollo,  el presidente de la gestora de Tenerife, Héctor Gómez,  mostrará sus credenciales en el congreso insular.

Figura emergente, Iñaki Álvaro Lavandera se ha consolidado en la portavocía del grupo parlamentario Socialista. De vuelta y media está Julio Cruz. Al intrigante secretario de Organización le entregan a escondidas el bidón de gasolina y el senador echa fuego por la boca.

El álbum genealógico lo completan dos históricos: Jerónimo Saavedra (PSOE, sin carné por imperativo legal) y Manuel Hermoso (ATI-CC).

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