Mientras los tribunales deciden sobre la batería de recursos que los condenados por el conocido como Caso Mamotreto han presentado para intentar paralizar la demolición del edificio, el Ayuntamiento sigue adelante con la licitación del derribo ya que, hasta el momento, no ha recibido orden judicial alguna para que proceda a paralizar el concurso. Sin embargo, este puede verse retrasado debido a que, una de las empresas que opta a ejecutar el derribo ha presentado lo que se conoce como una baja temeraria, es decir, ha ofertado un precio muy por debajo de la media de las otras empresas.
Así lo confirmó, ayer, el concejal de Infraestructuras, José Alberto Díaz-Estébanez. El edil detalló que la primera mesa de contratación ya ha tenido lugar y en ella se hizo una valoración de las 16 ofertas presentadas, de las que, finalmente, se excluyó una, por lo que serán 15 las que se tengan en cuenta. En cuanto a la oferta que el concejal denomina, “baja desproporcionada”, explicó que, “el mecanismo legal prevé que se le da trámite de audiencia a la empresa para que justifique ese descenso, que se calcula no solo sobre el presupuesto de licitación sino sobre la media de las ofertas del resto de empresas”. “Si es viable -continuó- se le insta a la empresa a que justifique el por qué se hace esa oferta y los técnicos son los que deciden si es creíble o no”. El edil de Infraestructuras defiende que el proceso no se va a retrasar.
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