Santa Cruz se cae

Santa Cruz se está quedando vieja y su Ayuntamiento es incapaz de enderezar la cocapital de Canarias. Este periódico publicó el lunes un reportaje demoledor sobre el barrio de El Toscal, que se está cayendo a trozos. Hay fachadas en Santa Cruz tocadas por las meadas del Carnaval, que tienen un aspecto devastador. Existen lugares públicos fétidos, después de la fiesta. Todavía hay rastros de potas en las calles, algunos días después. Paseo por la avenida de Anaga y me da vergüenza. El alcalde y sus leales se pasan la vida hablando de Santa Cruz y poniéndola por las nubes. Es mentira, la ciudad está vieja, sucia e incómoda, también en cuanto a la regulación del tráfico.

Hay semáforos que duran una eternidad y otros sólo segundos. Santa Cruz necesita un repaso de modernidad porque está a años luz de Las Palmas capital y porque se parece a Santa Cruz de La Palma, que es una ciudad bonita, pero en fea y en grande. Ahora, el Carnaval ha terminado de arrasar lo que quedaba y toda la delincuencia española y rumana -entre otra- ha llegado aquí para trepar por los pisos de los ciudadanos, aprovechando el ruido de la fiesta. Que se lo pregunten a un abogado de Santa Cruz: entraron en su casa y en su despacho, que son contiguos, y mientras dormía le robaron dinero, ordenadores y otros enseres. ¿Qué habría pasado si se despierta y hace frente a los ladrones? No dejaron huellas, eran profesionales. Y después, al alcalde y a los suyos se les llena la boca hablando de la seguridad. Cada vez estamos peor. En fin, que la fiesta esta es sólo para algunos. Hay que llevársela cuanto antes del centro de Santa Cruz, donde molesta a los vecinos y convierte a la ciudad en insegura. Santa Cruz se cae.