Las cámaras de seguridad de Londres captaron el momento en el que Jeffrey Wilshire, de 52 años, le hacía un gesto de aprobación a su novia, Rosalin Baker, de 25, para que subiera a una guagua de Stratford con el cuerpo del bebé de ambos fallecido.
Tras 20 minutos de trayecto, la joven avisó al resto de pasajeros que “algo le pasaba a su hija”. Según informa el diario ‘Metro’, la niña fue trasladada rápidamente al Hospital General de Newham, donde se descubrió que podría haber fallecido con anterioridad por una fractura en el cráneo, así como diversas lesiones cerebrales.
Durante el juicio, Rosalin Baker afirmó que el padre había causado lesiones al bebé en el momento en que la obligó a subir a la guagua. No obstante, Wilshire negó los hechos, e incluso, aseguró no haber sido nunca violento con el resto de sus hijos; 25 en total.
Actualmente, la pareja está pendiente de condena y el magistrado ya ha mostrado su propia opinión al respecto: “La vida de esa niña debe haber sido dolorosa, angustiosa y desconcertante y el fracaso, al menos, en su protección protegerla es un asunto muy serio que sólo puede resultar en una sentencia de privación sustancial de libertad”.