El tribunal de Kansas, en Estados Unidos, declaraba ayer cadena perpetua para Michael Jones, el hombre que torturó durante un año a su hijo, Adrian Jones de 7 años, hasta provocar la muerte del pequeño y arrojar sus restos a los cerdos para borrar evidencias.
Los hechos sucedieron en 2015, pero hasta el momento no se había anunciado sentencia, según informa ‘Metro’. Su pareja, Heather Jones, quien también fue partícipe del martirio, ha sido condenada a 25 años de prisión.
Durante un año, Adrian vivió un auténtico infierno por parte de la pareja a través de diferentes métodos de tortura, tal y como muestran las imágenes que guardaba la mujer.
Instantáneas que reflejan la atrocidad que los maltratadores y asesinos practicaban: el menor amarrado y dentro de una piscina sucia, lesiones en los labios, piernas y rostros… Asimismo, en numerosas ocasiones, negaban la comida y el agua que pedía el niño.