El Hierro se vuelca con su patrona

La isla de El Hierro triplicará mañana su población, calculándose en unas 30.000 personas las que se den cita en la LXIX edición de la Bajada de la Virgen de los Reyes, una fiesta que cada cuatro años congrega a los herreños de medio mundo, aunque aproximadamente la mitad son los que realizan los 28 kilómetros de recorrido desde La Dehesa hasta Valverde.
Hace cuatro años se dieron cita 25.000 personas y 8.000 coches en La Cruz de los Reyes, epicentro de la Bajada, en donde se encuentran los tocadores de todos los pueblos herreños que se diferencian por sus singulares gorros y por el toque de pito o tambor.

La presidenta del Cabildo, Belén Allende, reconoce que “es casi imposible encontrar una cama”, ya que aunque la Bajada dura un mes, la mayor parte de la demanda se concentra este fin de semana, con la Bajada de la Virgen, que se inicia a las seis de la mañana tras la misa en la ermita de La Dehesa. Desde Ashotel, su vocal en la Isla, Mayuri Castañeda, confirmó que El Hierro está “al 100% de ocupación” y que resulta imposible conseguir un billete de barco, avión o un coche de alquiler desde hoy hasta el domingo, aunque tanto Castañeda, como la presidenta insular, Belén Allende, lamentan que los visitantes estén “enfocados” a vivir la Bajada solo este fin de semana, porque dura más de un mes, y de hecho, la ocupación media para julio aún ronda el 60%, que seguramente se incrementará con la reducción del precio para los residentes, tanto en avión como en barco, con el descuento del 75% que se aplica desde ayer.
La Bajada de la Virgen, no obstante, sigue siendo una fiesta familiar, en la que el reencuentro de aquellos que emigraron a otras islas, a la Península o a América, ponen la nota emotiva y fortalecen la tradición que se mantiene viva desde 1741, “guardando la esencia, la de las tradicionales culturales y religiosas que siglos”, destacó Allende.
Con objeto de la celebración de la Bajada, el sentido habitual de la circulación, en algunas de las vías, se verá modificado de manera puntual, para el buen tránsito de vehículos en la zona oeste de la Isla, sobre todo en el tramo entre el santuario de La Dehesa y La Cruz de los Reyes.