El Papa ha pedido perdón por los abusos sexuales de sacerdotes pederastas y ha calificado a la pederastia como “una monstruosidad absoluta y un pecado terrible que se contradice con lo que enseña la Iglesia”.
Francisco se ha expresado así en el prólogo que ha escrito para el libro de Daniel Pittet, quien cuenta los abusos sexuales que ejerció un sacerdote sobre él durante varios años de su infancia. Parte de ese texto ha sido publicado en el diario alemán ‘Bild’ este miércoles 16 de agosto.
El Santo Padre habla del “gran reto” que supone para las víctimas de pedofilia hablar sobre los abusos que tuvieron que soportar y describir las posteriores “experiencias traumáticas”. “Por esta razón, el testimonio de Pittet es tan necesario y tan valiente”, señala en el prólogo.
El Papa asegura que cuando Pittet le contó su historia de abusos no se lo “podía creer” y quedó “profundamente conmovido”. “Me di cuenta del tremendo daño que causan estos abusos sexuales y el largo y doloroso camino que queda para todas las víctimas. ¿Cómo puede ser que un sacerdote que se ha dedicado a Cristo llegue al punto de causar tanto daño?”, añade.
“Quiero darle las gracias a Daniel, porque testimonios como el suyo hacen posible superar el silencio de plomo en torno a los escándalos y sufrimientos, pues aportan luz a una oscuridad terrible que se esconde en la vida de la Iglesia”, apunta.
Asimismo, explica que tras conocer esta historia, le aseguró a Pittet que la Iglesia “combatirá con la mayor severidad a aquellos sacerdotes que hayan traicionado su misión”. “Se abre el camino para un camino hacia la reparación y para que los pedófilos sean conscientes de la terrible magnitud de sus obras”, concluye.
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