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“En Tenerife hay un fin de ciclo tras Adán Martín y Ricardo Melchior”

Víctor Pérez Borrego (C's) | Foto: Sergio Méndez
Víctor Pérez Borrego (C's) | Foto: Sergio Méndez
Víctor Pérez Borrego (C’s) | Foto: Sergio Méndez

Trabajo y dedicación son dos palabras que definen a Víctor Pérez Borrego, según dicen quienes mejor lo conocen en el Cabildo de Tenerife, administración en la que estuvo durante 16 años y en la que se desempeñó como consejero de Hacienda y mano derecha de Ricardo Melchior, aunque nunca formó parte de CC. Su afiliación a Ciudadanos (Cs) era uno de los secretos mejor guardados, pese a que está vinculado al partido de Albert Rivera desde el 12 de octubre de 2015. La bomba explotó cuando a comienzos de mes fue designado portavoz insular, después de finalizar su vinculación con el Club Deportivo Tenerife, donde estuvo 11 meses y del que salió de manera inesperada. Durante esa etapa, consideró que lo más elegante, oportuno y serio, para no mezclar fútbol y política era mantener una baja actividad en el partido y así fue. Al salir del club, los compañeros le plantearon la posibilidad de colaborar con más intensidad, ya que era la persona apropiada para asumir la portavocía insular de la formación naranja. “Me lo pensé 48 horas, dije que sí y me puse a trabajar”, declara.

-¿Fue imprevista su salida del CD Tenerife después de ser director general durante 11 meses y con muchos proyectos por acabar?
“Lo que puedo decir es que yo estaba dispuesto a continuar. Me quedaron proyectos por terminar, porque en 11 meses no hay tiempo para mucho. Se pudieron cambiar cosas, avanzar en algo tan importante como es la unidad de los aficionados, particularmente las peñas y los grupos de animación, y poner en marcha varias líneas de trabajo, pero que requieren un poco más de tiempo. Un ejemplo de esto último es el acercamiento al fútbol base con una iniciativa para la que iniciamos contactos con todos los clubes de la Isla y llegamos a celebrar ocho reuniones en otros tantos municipios. A ello se suma el ambicioso proyecto de las instalaciones de la Ciudad Deportiva, que quedó muy avanzado, trabajos para mejorar el estadio Heliodoro Rodríguez López y la Fundación, en la que quedó prácticamente todo hecho, pendiente de que el consejo de administración adoptase el acuerdo de su creación, aprobara los estatutos y designara los patronos”.

Víctor Pérez Borrego (C's) | Foto: Sergio Méndez
Víctor Pérez Borrego (C’s) | Foto: Sergio Méndez

-¿Qué fue lo que pasó?
“Yo estaba dispuesto a continuar y eso supone haber alcanzado un compromiso de un contrato por más tiempo y en las condiciones que se hubieran acordado, pero el club, a través de su presidente, Miguel Concepción, me manifestó que se daba por concluido ese contrato. ¿Las razones? No quiero decir nada que contribuya a abrir polémica y perjudique al equipo y al club. Quizás si dijese públicamente la que yo creo que es la razón que está detrás de mi salida, mucha gente se llevaría una sorpresa”.

-¿Su relación con el presidente era buena?
“Sí, desde el principio. Al final hay una decisión legítima por su parte, que entendía que para los intereses del club es mejor que sea otra persona la que siguiese”.

-¿Por qué eligió Ciudadanos para regresar a la vida política?
“Me identifico ampliamente con su ideario, sus principios ideológicos, con los valores que defiende y su modelo de sociedad. En esos aspectos se parece mucho a lo que en su día propugnaba el Centro Democrático y Social (CDS) de Adolfo Suárez, partido en el que milité durante 15 años, incorporándome unos meses después de su creación, en 1982, y que luego derivó en el Centro Canario Nacionalista (CCN), con el que llegué al Cabildo por primera vez”.

-Durante cuatro mandatos gobernó con CC, ¿por qué no se afilió a esta formación?
“En más de una ocasión me invitaron a reforzar el compromiso con CC, pero no lo hice porque no había una identificación plena con el planteamiento de un partido nacionalista. Eso no quiere decir que no me sintiese cómodo, que sí lo estuve, colaborando con Ricardo Melchior como presidente y con el resto de los compañeros”.

-¿Nunca recibió presiones para hacerlo?
“No”.

-¿No ser de CC puede haber influido para que Carlos Alonso no contara con usted en 2015?
“El ofrecimiento no se produjo, pero después de 16 años en el Cabildo, donde me encontré muy a gusto y trabajé con mucha ilusión y motivación, y creo que intensamente, no tenía mucho sentido seguir por más tiempo”.

Víctor Pérez Borrego (C's) | Foto: Sergio Méndez
Víctor Pérez Borrego (C’s) | Foto: Sergio Méndez

-¿Fue una decisión suya o de los nacionalistas no incluirlo?
“Digamos que fue del partido, porque para que un independiente se incorpore a una candidatura te lo tienen que ofrecer. Quizás lo más oportuno hubiese sido finalizar mi etapa en el Cabildo en 2011”.

-¿Por qué continuó?
“Porque, una vez más, Ricardo Melchior me pidió que siguiera acompañándole y yo acepté”.

-El expresidente renunció a mitad de mandato. ¿Fue muy complicado seguir sin él los dos años que quedaban?
“Evidentemente, para mí fue distinto. Entre otras cosas, porque, coincidiendo con el cambio en la presidencia, pasé a otra área y dejé Hacienda, donde me desempeñé durante 14 años”.

-¿Qué explicación recibió sobre ese cambio de funciones?
“Me pareció razonable porque el responsable de Hacienda en cualquier administración debe tener la máxima afinidad posible y confianza con el presidente. Es un puesto importante, ya que las políticas presupuestarias tienen mucho que ver con las sectoriales. Por ese motivo, quien asumió la presidencia entendía que debía ser otra persona la que debía estar ahí”.

-¿Se sintió desplazado por Carlos Alonso?
“Habiendo trabajado con absoluta lealtad y sin haber tenido un problema especialmente importante, durante 14 años, un periodo largo en el que siempre surgen diferencias, problemas y discrepancias, me parecía que podría haber finalizado con la misma responsabilidad con la que empecé. Pero entiendo y respeté que el nuevo presidente designara a una persona que le merecía más confianza. Sin embargo, me costaría encontrar algún problema importante, pese a que hubo proyectos y decisiones intensas y tensas, como el del tranvía, en el que asumí una responsabilidad importante, como la dirección en el diseño de la empresa pública Metropolitano de Tenerife y de las obras”.

Víctor Pérez Borrego (C's) | Foto: Sergio Méndez
Víctor Pérez Borrego (C’s) | Foto: Sergio Méndez

-¿Cómo es su relación con el presidente insular?
“Cordial. Coincidimos los dos en el Cabildo, aunque tenemos discrepancias en muchas cosas a la hora de fijar las prioridades de la acción política y de la gestión pública. Yo soy más partidario de una mayor conexión con los problemas reales. Ahora se hacen cosas, se divulga más de lo que se hace, hay una sobredosis de propaganda y eso no es bueno ni rentable a medio plazo en política. Actualmente no veo en el horizonte ningún proyecto ilusionante que me llame la atención, ni políticas más generales de empleo o de sanidad. Tampoco una respuesta eficaz y rápida a las necesidades de la ciudadanía”.

-¿Qué relación tiene con Ricardo Melchior?
“Una relación de amistad y de mutuo respeto”.

-¿Sigue defendiendo la necesidad de los trenes del Norte y del Sur?
“Hay que resolver mejor la movilidad de ambas zonas de la Isla. Creo que el del Sur es un proyecto necesario porque puede ayudar a conectar con seguridad y rapidez el área metropolitana, donde se concentra la mayor demanda de empleo, con la actividad turística, y es más admisible y ecológico que seguir construyendo autopistas e incrementando el vehículo privado. El del Norte tiene más complejidad, porque la inversión sería la misma con la mitad de kilómetros y más afección al paisaje, ya que hay que hacer túneles y viaductos. En mi opinión, la solución a la movilidad del Norte debe venir de mano de la guagua”.

-¿La política de guaguas que se aplica es la adecuada?
“Como en otros ámbitos, se está gestionando la inercia y lo planificado en años anteriores. Ciudadanos ve con preocupación la situación de la Isla en general. Hace poco, el presidente de la Federación de Empresarios de la Construcción (Fepeco) hacía unas declaraciones en las que venía a decir algo así como “En Tenerife se habla mucho y se hace poco”, y creo que esa es la sensación que está teniendo la gente. En general, se está produciendo cierto estancamiento. Tenerife está perdiendo fuelle y, de seguir este camino y no cambiar el rumbo, se corre el riesgo de que termine siendo la isla atascada en el sentido más amplio de la palabra: en el tráfico, en la gestión y en las ideas, que quizás es lo más preocupante. No percibimos en Ciudadanos iniciativas ni proyectos para el medio y largo plazo que puedan ser ilusionantes. Yo también lo asocio a la fase final de un ciclo después de la presidencia de dos políticos con fuerte personalidad, como Adán Martín, cuya etapa estuvo caracterizada básicamente por la planificación, y la de Ricardo Melchior, por el dinamismo en la gestión y la respuesta a problemas reales. En estos momentos se está gestionando la inercia de estas dos etapas anteriores a pesar del abuso de la propaganda institucional, que se está dando en unos niveles que nunca se habían dado. No sé si lo que trata es de dar una apariencia que no guarda relación con la realidad, pero si ese fuera el objetivo, es un esfuerzo vacío, porque en la realidad y con el paso del tiempo la gente se termina dando cuenta. Es más, cuando se abusa de la propaganda y la realidad no conecta con lo que se difunde, tiene un efecto muy negativo de pérdida de credibilidad, sobre todo en los responsables de la gestión pública”.

-¿Eso le puede repercutir a CC en las próximas elecciones?
“Hay un agotamiento de la capacidad de gestión y de las ideas, y creo que eso se percibe. Posiblemente sea hasta lógico, no pasa nada. Hay que ser muy respetuoso con los ciudadanos, que son quienes deciden cuándo finaliza un ciclo y comienza otro, y a quién le dan la responsabilidad de tomar determinadas decisiones”.

-¿Se justifica un canal de televisión insular?
“Ahora mismo no; no tiene ningún sentido y hace algunos años se decidió suprimir una iniciativa que había en ese sentido. Es sorprendente que tres años después se vuelva a retomar”.

-¿Qué hay de cierto en las acusaciones de Podemos respecto a los swaps?
“Fue una decisión básicamente técnica, impulsada por el servicio técnico de gestión financiera en un momento muy distinto que el actual. Fueron una medidas adoptadas por muchas administraciones, empresas e incluso particulares. El propio presidente del Cabildo ha dicho que se firmaron para proteger la estabilidad financiera y convertir el tipo variable de interés en fijo, cosa que comparto. En ese momento fue una decisión técnica acertada que con la óptica de hoy se puede ver de otra manera”.

-¿Le gustaría ser candidato?
“Ni me lo he planteado ni lo he hablado. En Ciudadanos, cuando llegan los procesos electorales, las candidaturas se designan con elecciones primarias internas. Por lo tanto, sería faltar al respeto a los compañeros, ya que hay unas normas que nos obligan a todos. Además, es un planteamiento que no me he hecho. Cuando llegue el momento, haré un balance de ventajas e inconvenientes en todos los aspectos. En esta organización, que está creciendo, en la que se incorporan cada vez más profesionales y más gente joven, está resultando atractiva la oferta política”.

-¿Pactaría con Carlos Alonso en el caso de ser necesario para poder gobernar?
“Es un poco pronto para todo eso. En política hay que tener las ideas claras, defender tu posición, pero también contar con capacidad de diálogo, y si hay algún partido en España que lo tiene para resolver los problemas difíciles, ese es Ciudadanos. Y lo ha puesto de manifiesto en su corto recorrido, en diversas oportunidades y ante problemas complejos. Es un tema que lo decide la organización, pero es evidente que como partido nacional es más fácil el acuerdo con planteamientos nacionales, siendo muy respetuoso con el resto de formaciones”.

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