Si el problema era de sensaciones, ya está solucionado. Fotis Katsikaris llega esta noche a la Isla (21.50 horas) para hacerse cargo del Iberostar Tenerife, aunque ya ha comenzado a trabajar. Y es que el técnico griego ya ha podido ver varios partidos de su equipo y cuenta con una idea que buscará plasmar desde el primer minuto de su estancia en el banquillo aurinegro.
Defensivamente el grupo estaba apuntalado con Markovic, pero Katsikaris buscará hacerlo mejor aún, algo que logró en sus estancias anteriores en la competición española. A partir de ese concepto de que todo arranca de una buena defensa, Katsikaris buscará un ataque más fluido, con más confianza para los jugadores clave y para ello tendrá sus pros y sus contras.
A su favor tendrá la buena disposición del grupo aurinegro en la pintura. En su última etapa en ACB contó con un Augusto Lima más pendiente de su próximo destino que de dar el cien por cien y un Vitor Faverani cuyos lapsus le han impedido hacerse una carrera sólida en Europa. Katsikaris tendrá a Mike Tobey y Fran Vázquez, dos jugadores muy centrados, referentes interiores, y además podrá ejercer de recuperador con hombres como Petit Niang o Rosco Allen, el primero infrautilizado y el segundo desperdiciado por el anterior técnico.
Sin embargo, al entrenador heleno le falta una figura clave que sí tuvo en sus anteriores equipos, la del francotirador por excelencia. Baron y Wood, que jugaron con él en Murcia, no tienen a nadie parecido en el Iberostar Tenerife y el acierto exterior ha quedado a merced de alguna racha puntual que haya podido tener Tim Abromaitis (47% en el global de la competición), porque Richotti (26%), White (23%) y Ponitka (20%) no son tiradores tan fiables.
El caso del jugador polaco preocupa porque la presencia de Nenad Markovic en la Isla fue clave para acometer el fichaje de un hombre que sonaba para equipos grandes. Sin el bosnio en el banquillo habrá que ver si las buenas actuaciones de Ponitka se mantienen o bajan con un entrenador acostumbrado a multiplicar las prestaciones de sus jugadores como ocurriera, por ejemplo, con Facundo Campazzo en Murcia.
Al grupo aurinegro le costará poco adaptarse a la filosofía de juego de Katsikaris después del brillante año con Txus Vidorreta al mando. El vasco y el griego asemejan mucho su idea del baloncesto coral, bien armado atrás y recurrente delante.
Las concesiones individuales que podría haber permitido Markovic se acabarán con la llegada del nuevo técnico. A Katsikaris no le tiembla la mano a la hora de echar pulsos. Este mismo año su enfrentamiento con Curtis Jerrells en el Hapoel Jerusalén acabó con la salida del norteamericano… dos semanas y media antes de la destitución de un Katsikaris que mostraba números similares a los de Markovic en la ACB, cinco victorias y cinco derrotas, aunque entre liga israelí y competición europea.
“Yo creo que al Tenerife le puede sacar mucho partido”, señalaba ayer Luis Hidalgo, periodista y analista del UCAM Murcia, que admitía que Katsikaris es especialista “en sacarle hasta la última gota de baloncesto que puedan tener los jugadores”, como hizo, por ejemplo, con Carlos Cabezas o con Serhiy Lischuk. Llega un maestro defensivo para recuperar esas sensaciones y poner pilas.
“Estoy muy ilusionado y con muchas ganas de formar parte de un proyecto tan atractivo”, señalaba ayer Fotis Katsikaris, técnico griego de 50 años de edad y amplia experiencia en una ACB donde en los dos últimos años sonó para liderar proyectos como el del Baskonia, Herbalife Gran Canaria o el mismo FC Barcelona.
“Creo que me incorporo a un equipo en crecimiento, que el año pasado rindió a un altísimo nivel y que tiene la intención de seguir siendo lo más competitivo posible. Además, para mí, supone una gran oportunidad y un placer entrenar a un grupo así, por lo que estoy deseando llegar y que nos pongamos a trabajar”, dijo el heleno que definió el cuadro lagunero como “un club muy serio, avalado por su buena gestión en los últimos años y que encima tiene una gran afición detrás, lo que supone un respaldo importante para hacer frente a dos competiciones tan exigentes como la Liga ACB y la BCL”
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