avisos políticos

Poco populares

La inmensa mayoría de los habitantes de las zonas rurales catalanas, la llamada Cataluña profunda, con multitud de antepasados y apellidos catalanes

La inmensa mayoría de los habitantes de las zonas rurales catalanas, la llamada Cataluña profunda, con multitud de antepasados y apellidos catalanes, cuya lengua materna y familiar es el catalán, y cuyo español es aprendido, son independentistas, y perciben a España como una superestructura distinta y distante. El no independentismo se refugia en las zonas urbanas de la costa (que algunos denominan la Tabarnia), y en su población inmigrante o de hijos de inmigrantes, cuya lengua materna y familiar es el español, cuyo catalán es aprendido, y que comparten numerosas referencias vitales fuera de Cataluña, sobre todo en el sur de la Península. Sus descendientes se irán catalanizando y sucumbiendo a la marea identitaria, sin contar con que de ese colectivo de recién llegados han surgido radicales como Rufián y otros. Es la fe del converso, que ya experimentaron los irlandeses con Eamon de Valera. Lo único positivo es que, pese a todo, se trata de un colectivo cuya catalanización será más lenta y dificultosa. Pero, como ha recordado Joan Tardá con toda razón, en este quinto intento histórico independentista es cuando han llegado más lejos, durante más tiempo y con más seguidores. El sexto puede ser el definitivo.

En cuanto a la adscripción política del colectivo no independentista, es evidente que se orienta hacia la intransigencia renovadora de Ciudadanos y la frescura y cercanía de Inés Arrimadas, con un apoyo residual a los socialistas. Es un voto útil que castiga a un Partido Popular percibido como una fuerza política que en el pasado pasteleó demasiado con los nacionalistas y que, además, tiene una imagen de corrupción, inmovilismo y lejanía del escenario catalán. En ese sentido, García Albiol fue un pésimo candidato, que deja a su formación relegada al Grupo Mixto del Parlament y sin subvenciones electorales que cubran sus gastos de campaña, una deuda en torno a un millón y medio de euros.

El gran temor de los populares es que el efecto Ciudadanos en Cataluña se pueda trasladar al resto de España en unas elecciones generales. Queda mucho tiempo para eso, porque Mariano Rajoy no va a disolver y adelantar las elecciones, salvo una catástrofe en el escenario político español. En Cataluña, igual que sucede en Canarias y otras comunidades autónomas, coexisten varios mapas electorales y los electores no votan lo mismo en los diferentes procesos. De hecho, en colegios en donde ahora los populares han sido barridos por Ciudadanos la gente de Albiol ganó en las últimas generales. Sin embargo, en cualquier caso, lo sucedido es una seria advertencia, y si Rajoy sigue sucediéndose a sí mismo y sin renovar profundamente el partido; si los populares continúan instalados en el inmovilismo y en la tolerancia ante la corrupción; si insisten en proporcionar argumentos a sus enemigos y adversarios, cada vez van a ser menos populares y terminarán siéndolo muy poco.

TE PUEDE INTERESAR