A falta de un año de gobierno, el alcalde de Tacoronte, Álvaro Dávila (CC), ha decidido cambiar por primera vez en el mandato el organigrama municipal aunque las modificaciones solo le afecten a él mismo y a la concejal Virginia Bacallado. Fue el lunes cuando aprobó una reestructuración de las áreas y le retiró a esta última las competencias en Cultura, Educación, Turismo y Juventud, y le otorgó las de Hacienda, que hasta el momento eran de su responsabilidad.
En este intercambio de cromos, el mandatario asumió las primeras tres áreas, mientras que la última ha recaído en el concejal no adscrito Honorio Marichal (ex Sí se puede), quien además tiene la concejalía de Innovación y la sexta tenencia de Alcaldía, ambas sin asignación económica al no formar parte de ningún grupo político. “Decidí que la lleve él porque estoy contento con su trabajo y lo veo con muchas ganas e ilusión”, manifestó el alcalde a este periódico.
Dávila negó que los cambios se deban a discrepancias internas en el gobierno. “Llevo mucho tiempo encerrado firmando y por eso decidí dedicarme a áreas que no requieren tantas horas de oficina, como es Hacienda, por otras de más actividades de fin de semana, como puede ser Cultura. Cambié horas de oficina por horas de familia”. Y añadió que ha destinado “entre 4.000 y 4.500 horas en firmar” y que quizás ese tiempo “tendría que haber sido para atender más a los vecinos”.
Álvaro Dávila dio cuenta ayer de los cambios en la Junta de Portavoces y no descartó realizar más remodelaciones en su grupo en los próximos días. “Estoy pensando todo el año cómo mejorar el Ayuntamiento. Ahora tengo que ver si hay concejales que quedan sobrecargados”, aclaró.
Críticas
Sí se puede es el único grupo de la oposición que se pronunció al respecto. Considera que Dávila reforma su gobierno para “ocultar su incapacidad” de gestión, especialmente, al entregar la concejalía de Hacienda a un miembro de su equipo.
El grupo ecosocialista califica de “nefasta” su gestión al frente del área financiera. De hecho, su portavoz, Violeta Moreno, recuerda “el lamentable procedimiento que siguió para aprobar los presupuestos de 2017”.
Pero para Sí se puede, la reestructuración “tiene una intención electoralista, porque son áreas que ofrecen oportunidades de encuentro con la ciudadanía, tal como él mismo ha dicho”; y a un año de las elecciones Dávila “quiere reforzar su imagen con los vecinos”, asegura la portavoz.
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