El Gobierno tramita la rescisión del contrato de la balsa de Vicario

El desarrollo de las obras de la Balsa de Vicario, que se vieron interrumpidas por el proceso concursal en el que se encuentra inmersa la empresa adjudicataria, está bloqueado a pesar de que desde la UTE, en la que Isolux Corsán tiene la participación mayoritaria, anunciara la semana pasada la reanudación de las obras. Y es que el Gobierno canario está tramitando la rescisión del contrato tanto por abandono de la obra como por falta de solvencia económica para su ejecución.

Otra vuelta de tuerca que enreda legalmente más el estado en que se encuentra esta obra en Tijarafe, que incluye la construcción de la conexión hidráulica de La Laguna de Barlovento con el canal Garafia – Tijarafe, que es precisamente en la parte del proyecto donde la empresa ha anunciado que reanuda los trabajos.

La obra de la balsa de Vicario fue adjudicada en 2010 a la UTE Corsan-Corviam Construcción S.A. y Luis Romero S.L. con un presupuesto de 9,9 millones de euros y un plazo de ejecución de 27 meses. Tras una serie de problemas, como la entrada en proceso concursal de las empresas, las obras se paralizaron. Sorprendentemente, la semana pasada la empresa informaba que las obras se reanudaban tras la autorización del juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid de la venta de los negocios de infraestructuras, instalaciones y servicios del Grupo Isolux Corsán al antiguo equipo directivo de la compañía a través de la empresa Travis Gestión de Activos, cuya denominación está en proceso de cambio a Isolux Corsán Infraestructuras.

Sostienen que la homologación de este acuerdo supone para la UTE Balsa de Vicario la posibilidad de reanudar la actividad en la obra y obtener garantías financieras para poder concluir la ejecución del proyecto.

Sin embargo, la situación no parece tan sencilla como pretende la empresa, dado que la Consejería de Agricultura ha optado por la estrategia de resolver el contrato con esta UTE para destrabar este proyecto que lleva años de retraso y que se ha mostrado urgente para atajar el problema de la sequía en el Valle. De no llegar a un acuerdo, todo apunta a que este desencuentro acabe en los juzgados.