el charco hondo

Credere che un asino voli

Habrá quienes, ignorando la progresión demográfica del asunto, consideren que no es para tanto

Habrá quienes, ignorando la progresión demográfica del asunto, consideren que no es para tanto y, en consecuencia, que el escenario les parezca tan imposible como inverosímil, propio de aquellos que creen haber visto volar a un asno, credere che un asino voli. Algunos, estrategas electorales de éste o aquel partido, quitarán importancia al papel que los italianos pueden jugar en las municipales del próximo año. Otros no. Consta que otros sí se la darán. Hay quienes, conscientes de que la cosa merece toda la atención, barajan diferentes movimientos -especialmente, claro, en los municipios turísticos-. Hay candidatos que sí están en eso. Hay equipos de campaña que están dándole vueltas. Unos cuantos no descartan incorporar a sus listas un par de italianos. Otros incluirán en sus agendas de campaña actos dirigidos específicamente a ellos. Incluso hay quien contempla la posibilidad de que los italianos se organicen y concurran con un partido propio. No van a ganar elecciones, pero si esta vez se toman la molestia de votar pueden dar o quitar algún concejal a los de siempre o, en su caso, colar en algún que otro ayuntamiento un edil propio. Los italianos que residen en las Islas son casi el doble que hace apenas diez años, sumando ya 45.405 almas -esto a uno de enero, y en estos cinco meses la cifra habrá seguido creciendo al ritmo que viene haciéndolo-. ¿Puede un partido desentenderse de las preferencias de cincuenta mil residentes que, esta vez sí, pueden animarse e ir a votar?, ¿tiene sentido preparar esta campaña electoral sin intentar ganarse la simpatía de los veinticinco mil italianos que trabajan en el sur de esta Isla? Los estrategas que resten importancia al factor italiano pecan de distraídos, o lisa y llanamente disimulan para esconder sus cartas. En términos electorales, la italianización de los municipios del sur ha pasado de broma a hipótesis y de hipótesis a escenario que hay que abordar. ¿Y si esta vez sí van a votar en las municipales?, ¿y si los italianos montan un partido en algunos municipios? Se equivocarán quienes vean imposibles, credere che un asino voli.

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