después del paréntesis

La octava isla

Después de muchos años, La Graciosa comienza a ver la luz. Se confirma un derecho tan incuestionable como quienes se lo han negado. Es una isla. Las excusas que los habitantes del lugar hubieron de oír desde tiempos inmemoriales agreden a la inteligencia. Porque, ante el caso, uno se desorienta al recorrer el mundo. Por ejemplo, North Sentinel (en India), isla con habitantes paleolíticos y cuya gracia más notable es que han impedido con flechas y armas primitivas que nadie penetre en sus 72 kilómetros cuadrados. O Palmerston, la isla del carpintero inglés William Marsters que allí se estableció para obtener aceite de coco, se dio a la poligamia, tuvo 25 hijos y 60 de los 62 habitantes de hoy son descendientes directos suyos. O la turística Isla de Bled, en el lago del mismo nombre, en Eslovenia, de apenas medio kilómetro cuadrado y que sorprende por su iglesia, su castillo… en medio de las aguas glaciales y cristalinas.

¿Cómo ha pervivido el prodigio en Canarias? Descubres la absurda y depravada desidia de los múltiples gobiernos de aquí (incluido el actual). Han llevado hasta la enciclopedia de los disparates la contradicción que se enfrenta al acuerdo de otros centenares de lugares en la superficie del planeta. Lo que la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado ha dictaminado es que se tenga por tal, la octava del Archipiélago de Canarias. Aducen una razón fundamental: está habitada por 700 personas en una superficie de 29 kilómetros cuadrados. Más otra cosa, para repetir el principio inviolable: no deplora la adscripción a Lanzarote, es decir, una isla en dependencia de un municipio, Teguise. Lo que se repite es algo así como un principio imperial: la subordinación inicua a las mayores de la sometida. El Parlamento de Canarias habrá de determinar la cabida en el Estatuto de Canarias y las Bases del Régimen Local también. Como nos conocemos, por ese camino andarán. La Graciosa no tendrá derecho a cabildo ni independencia administrativa ni fondos propios para su actividad económica, ambiental, social, infraestructural… No importa que los naturales de esa zona sean los más ecológicos y defensores del medio ambiente de cuantos viven en las Islas de la Fortuna, que defiendan un patrimonio espectacular, uno de los enclaves más maravillosos del mundo con lo que lo rodea: la prodigiosa y excepcional miniatura geográfica del Archipiélago Chinijo.

¿Quién da más? ¿Los dejarán ser mayores o los aviesos políticos del continente en miniatura llamado Islas Canarias no están dispuestos a retirarles el chupete?

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