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Los ciudadanos ‘bendicen’ la prohibición de los ‘gorrillas’

La iniciativa del Ayuntamiento de Santa Cruz de multar a los aparcacoches, desvelada por DIARIO DE AVISOS, genera un debate con reacciones mayoritariamente favorables
Solares en Cabo Llanos con gorrillas
Solares en Cabo Llanos con gorrillas
Solares como los que están en Cabo Llanos son algunos de los puntos más comunes en los que los aparcacoches desempeñan su trabajo. Fran Pallero

El anuncio de que Santa Cruz va a prohibir la actividad de aparcacoches en sus calles, multando además con 200 euros a quienes la desempeñen, ha levantado una gran expectación, no solo entre los vecinos de Santa Cruz, sino también de otros puntos de la Isla en los que, este fenómeno, el de los conocido como gorrillas, también les afecta de manera importante. En el caso de la capital, los solares que se distribuyen por Cabo Llanos, en el Parque Marítimo, en el entorno del Hospital de La Candelaria o, incluso, en el cementerio de Santa Lastenia, junto a otras grandes bolsas de aparcamiento en el centro del municipio, son los principales puntos a los que se hace referencia en los centenares de comentarios llegados a DIARIO DE AVISOS a través de sus redes sociales, y en relación con esta noticia adelantada en la edición de ayer de este periódico. El debate generado deja bien a las claras que la iniciativa sería bien acogida tanto en Santa Cruz como en otros puntos de la Isla.

La primera teniente de alcalde capitalina, Zaida González, recordaba a DIARIO DE AVISOS que será la nueva ordenanza de tráfico la que recoja esta regulación. Explicaba la también edil de Seguridad que en estos momentos se está culminando el trámite administrativo de esta norma para llevarla a aprobación inicial. Esta ordenanza además, regulará otros aspectos como los aparcamientos rotatorios en el centro de la capital. González reconocía que conseguir multar a estas personas “es complicado”, pero insistió en que, al menos, se va a regular una situación que ahora mismo no está prohibida de manera expresa en la ciudad. Santa Cruz se convertiría así, en uno de los primeros municipios de Canarias que regule esta actividad, ampliamente extendida.
Entre los comentarios recogidos en las redes sociales, casi todo el mundo tiene algún tipo de experiencia con los aparcacoches, y la mayoría, no son precisamente agradables. Desde los que cuentan cómo se han negado a pagar y les han recriminado por ello, hasta los que les han dado 50 céntimos y se los han “tirado” dentro del coche porque les parecía poco dinero. Uno de los lectores de DIARIO DE AVISOS relata, incluso, cómo llegó a las manos con una de estas personas a la que dio 50 céntimos. Al parecer, al aparcacoches le pareció poco y se dedicó a insultarlo. “Me bajé del coche y le di una cachetada y casi me busco la ruina”, cuenta.

La gran mayoría de los comentarios hacen referencia al “miedo” de que les dañen sus vehículos, por lo que acaban pagando. La mayoría también se queja de que proliferan los gorrillas en lugares como el Parque Marítimo, en el que hasta hace bien poco no había aparcacoches y que en las últimas semanas hay hasta cuatro personas desempeñando estas funciones. Muchos de los lectores admiten que sufren coacciones, como, por ejemplo, la que relata una usuaria a la que amenazaron con romper su coche por advertir a unos turistas que no tenían obligación de pagar por dejar ahí su vehículo, tal y como le exigía uno de los gorrillas.

Frente a estos testimonios, otros, menos numerosos, defienden más que a la actividad en sí, a las personas que la desempeñan ya que, aseguran, de forma mayoritaria es realizada por gente que no tiene otra forma de ganarse la vida. También defienden estos lectores que la mayoría de los aparcacoches se comporta de forma educada. Algunos usuarios, incluso. sugieren que si se les prohíbe desempeñar esta actividad, el Ayuntamiento debería buscarles un trabajo alternativo porque, argumentan, “saldrán a robar”. Otros lectores llaman la atención sobre lo caro que resultan los parking públicos en Santa Cruz, llegando a definirlos de “un auténtico robo”. Sugieren que se les de algún tipo de permiso municipal que acredite que están autorizados para hacer esa actividad y así se pueda controlar tanto lo que cobran como su comportamiento.

También están los que creen que esta medida busca acabar con el aparcamiento libre en los distintos solares de la ciudad y establecer algún tipo de cobro, o los que ponen en duda que se pueda cobrar 200 euros de multas a estas personas. De forma irónica se preguntan si “les van a embargar la nómina”.

El sentimiento mayoritario entre las opiniones expresadas es que se está de acuerdo con que se lleve a cabo la regulación de la actividad de aparcacoches, una regulación que se pide se extienda al resto de la Isla. Hay lectores que entienden que el simple hecho de pagar el rodaje les da derecho a aparcar en la calle, mientras que otros fijan su atención sobre los políticos, a los que acusan de haber permitido que florezcan los gorrillas durante tantos años sin hacer nada al respecto, para ahora intentar prohibir su actividad.

Solares municipales

En estos momentos, la acción de los aparcacoches que se distribuyen por la ciudad se centra precisamente en los solares públicos de Santa Cruz. En estos espacios, incluso, denuncian algunos usuarios, hay gorrillas que reservan plazas para “clientes habituales” que llegan a pagarles una mensualidad para tener asegurado un sitio en el solar de turno.
Una petición en Change.org, precisamente, denuncia una de estas situaciones, en la zona del edificio El Cabo, junto a la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias, donde uno de estos aparcacoches, incluso, amenaza a quienes intentan ocupar sus plazas reservadas.

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