
Parece que un nuevo Ecce Homo ha vuelto a caer en las entrañas de internet para ser enjuiciado por las redes sociales. Y es que con los precedentes de la restauración de la anciana Cecilia Giménez en Borja, municipio de Zaragoza, que llegó a convertirse en un fenómeno mundial, cualquiera se atreve a recomponer una obra sin una previa aprobación.
Esta vez ha ocurrido en una pequeña localidad de Navarra, concretamente, en la iglesia de San Miguel, en Estella. Su San Jorge, una escultura del siglo XVI, es ahora difícilmente identificable.
“¿Qué le ha pasado al San Jorge de Estella? Una magnífica escultura de principios del XVI que ha perdido la totalidad de su policromía original para transformarse en esto”, manifiesta en varias redes sociales la restauradora Carmen Usúa, que comparte diferentes imágenes de la obra antes y después del trabajo realizado. La recuperación ha sido llevada a cabo por Karmacolor Estella, una pequeña escuela de manualidades de la localidad navarra.
Usúa añade, además, que “¡parece un ninot, una falla valenciana!” y pone en evidencia la labor de la academia tras modificar completamente la policromía antigua del San Jorge.
Asimismo, el historiador Miguel Zuza, miembro del Consejo Navarro de Cultura, ha criticado el trabajo de Karmacolor Estella a través de su cuenta de Facebook: “Desdichada intervención que ha sufrido el pobre San Jorge. Imagino que hubiera querido salir a galope de su capilla antes de consentirlo. Qué pena que no pudiese lograrlo”.