La progresión de Marta Huerta, la árbitra internacional natural de Palencia pero adscrita al colegio tinerfeño de árbitros, no tiene límites. Hace unos días fue designada como la mejor árbitra de fútbol femenino. La palentina va quemando etapas, y ahora tiene ante sí su mayor reto en el siempre complicado mundo del arbitraje: llegar algún día dirigir partidos de fútbol profesional. Hoy por hoy es la mujer que más posibilidades tiene de pitar partidos de Segunda División B en adelante. Aunque recién ha acabado la temporada, la colegiada afincada en Tenerife ya se prepara de cara a la nueva, que está a la vuelta de la esquina.
-¿Cómo califica su temporada 2017-2018, en la que ha sido reconocida como la mejor árbitra del fútbol femenino?
“Estoy muy contenta porque al final todo el esfuerzo y trabajo que hemos hecho a lo largo de la temporada se ha visto valorado y recompensado con la distinción que me han concedido. Muy agradecida y contenta por ello. Todas las demás compañeras han hecho una magnífica temporada. Los éxitos no corresponden a una persona solo y menos en el arbitraje, ya que se trata de un trabajo en equipo. Belinda, que me ha acompañado como asistente toda la temporada, y las otras compañeras que han ido como número dos, también el premio es de ellas”.
-¿Para cuándo el asalto al fútbol profesional?
“Son pequeños pasos que hay que ir dando. Estoy muy contenta con lo que he conseguido hasta ahora, pero sigo trabajando para que los éxitos que me están llegando en el fútbol femenino también puedan llegar en el fútbol masculino. Toca seguir trabajando, y cuando tenga que llegar estar preparada para ello”.
-¿Qué objetivos se plantea de cara al nuevo curso que está ya a la vuelta de la esquina?
“La temporada nueva se presenta como la anterior, con más ilusión, aún si cabe, por todos los reconocimientos que tengo. Intentaré hacer la mejor temporada posible para poder tener opciones de luchar por esa plaza en Segunda División B. Hay que ser realista, porque el nivel de los compañeros es alto, por lo que habrá que estar a tope para poder alcanzar los objetivos”.
-Nadie mejor que usted misma para saber qué aspectos del arbitraje tienen que mejorar para dar el salto al fútbol profesional.
“Al igual que en otros aspectos de la vida, hay que mejorar día a día. La perfección no existe y todavía me quedan muchos aspectos del arbitraje que tengo que mejorar. Intento aprender de mis errores y seguro que cada día cometeré uno nuevo. Lo positivo es que reconozco mis errores. No soy de las personas que cuando me enseñan un video de una determinada jugada de un partido que he arbitrado, no reconozca que me he equivocado. Ese es el primer paso para poder mejorar. Trabajo para no cometer el mismo error en el partido siguiente que tenga que dirigir”.
-En su tierra, sus éxitos como árbitra no pasan desapercibidos pese a la lejanía.
“Estoy muy agradecida. No solo en Palencia, aquí en Tenerife también. No sólo se alegra la gente más cercana a mí sino también la prensa que siempre está ahí para apoyarme. Palencia es una ciudad pequeña y los éxitos lo disfrutan todos. En mi pueblo, Población de Campos, me han invitado para dar el pregón de las fiestas. Así que estoy superorgullosa de todo lo que me está pasando”.
-Una lástima que Tenerife se quede sin árbitro en la élite tras el descenso de Dani Trujillo a Segunda División.
“Es una pena. No me lo esperaba. Es un árbitro que está muy capacitado para pitar en la élite del fútbol español. Lleva muchos años en primera línea. Hubiese preferido que a mi no me dieran ningún reconocimiento y que Daniel siguiera arbitrando en Primera División”.
-Cada vez hay más niñas que desean ser árbitras.
“Mi compañera Xiomara Díaz ha estado a un pasito de subir a Primera División femenina. Ha hecho una magnífica temporada. Está ahí a las puertas. Seguro que en un futuro muy cercano va a estar ahí. No somos muchas chicas en el colectivo arbitral en Tenerife, pero todas estamos en categorías altas. El nivel es muy bueno. Animo a todas las chicas que prueben ser árbitras porque es muy gratificante”.
-Ser árbitro no es coger un pito y arbitrar un partido. Para alcanzar las metas hay mucho trabajo, sacrificio y privarse de otras cosas.
“Todo lo que dejas de lado y sacrificas por estar entrenando, viajar para arbitrar partidos, no tener tiempo para estar con la familia y amigos, se dejan a un lado cuando llegan este tipo de reconocimientos. Recién acabó la temporada ya me estoy preparando para la siguiente, porque en menos de un mes tenemos pruebas físicas. Es un no parar. Las vacaciones hay que exprimirlas al máximo, porque si quieres seguir progresando como árbitro no queda mucho tiempo para el ocio”.