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Ocho mujeres directivas

Las presencia de mujeres en los órganos de dirección de las empresas aún deja mucho que desear. En Canarias, este porcentaje es mínimo. Fepeco es la única patronal que cuenta con 8 mujeres en su junta directiva
EMPRESARIAS FEPECO DIRECTIVAS
EMPRESARIAS FEPECO DIRECTIVAS
El presidente de Fepeco, Óscar Izquierdo, junto a las ocho empresarias de Fepeco. DA

Canarias, con una media del 16%, es la Comunidad Autónoma con menor brecha salarial entre hombres y mujeres, según la segunda edición del informe Brecha salarial y techo de cristal elaborado por los Técnicos de Hacienda (Gestha). Las mujeres en España cobran un 30% menos que los hombres, lo que supone una diferencia salarial que alcanza los 4.745 euros, casi medio punto porcentual más que hace un año.

El informe sostiene, además, que serían necesarias casi siete décadas para acabar con la brecha salarial, y argumenta que la razón de estas divergencias en los sueldos está, fundamentalmente, en que hay más mujeres que hombres que no alcanzan los 1.000 euros de salario al mes. Es decir, que hay más mujeres que hombres realizando trabajos de baja cualificación.

Prueba de ello es que la brecha se hace más evidente a partir de los 16.000 euros de salario. El número de mujeres con ingresos entre los 50.000 y los 80.000 euros es la mitad que el de hombres. Además, solo uno de cada cinco trabajadores con sueldos de 140.000 euros es una mujer.

Los técnicos han constatado en su estudio que las diferencias se incrementan conforme lo hace la edad, es decir, que la brecha empieza a ampliarse significativamente en el tramo que oscila entre los 26 y los 45 años, coincidiendo con una etapa en la que muchas mujeres tienen todavía que pagar un peaje por la maternidad y el cuidado de los hijos. La Ley de Cuotas, precisamente, lo que pretende es acabar con esa diferencia salarial especialmente en los máximos órganos de dirección. Lo que intenta es propiciar un nivel más equitativo en la distribución de los géneros en los cargos de elección popular y representación, a fin de obtener una mayor presencia de mujeres en dichos puestos.

Francia e Italia son un ejemplo en la aplicación de esta medida. El país galo es el que mayor porcentaje de mujeres tiene en los órganos de gobierno de las cotizadas, con un 37,1%. Italia, con un 30%, aventaja a España en diez puntos porcentuales. La Ley de Cuotas en estos países obliga a contar con un porcentaje mínimo de mujeres en los órganos de decisión de sus empresas. Cosa que no ocurre en España que comenzó 2017 con un 20,31% de peso relativo de las mujeres en los consejos de las grandes compañías cotizadas del Ibex35. Y es que, a diferencia de otros países de la Unión Europea, España no obliga a la entrada de mujeres en los consejos de administración, solo lo recomienda, lo que hace que el avance en este sentido sea mucho más lento.

En Canarias, la situación no es diferente a la del resto del territorio español. En la foto de familia de las dos grandes patronales de las Islas: la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (CEOE-Tenerife) y la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), solo hay dos mujeres, una por provincia. Cuatro décadas después de la constitución de ambas patronales, en la junta directiva solo están María Salud Gil, en Las Palmas, y Ángela Delgado Díaz, en Tenerife.

Hay que recordar que en la última visita de sus Majestades los Reyes a Canarias, la propia reina Letizia hizo un comentario al respecto cuando la foto de familia con las cúpulas empresariales, al ver sólo una mujer en esa foto.

En el resto de organizaciones empresariales y consejos de administraciones la situación también es similar. La única que, en estos momentos, está llevando la voz cantante a pesar de estar dedicada a un sector mayoritariamente masculino es la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción (Fepeco). Actualmente, es la patronal que cuenta con más mujeres en sus órganos de dirección (8) participando activamente en la toma de decisiones. Todas ellas representan a algunos de los subsectores de la construcción: ferretería, inmobiliaria, arquitectura, ingeniería industrial, turismo…

Algunas han llegado a la dirección de la empresa por razones familiares, otras por su espíritu emprendedor, pero todas coinciden en que han llegado donde han llegado porque son empresarias, “no por cuotas”.

Victoria Reverón es un ejemplo de empresaria que llegó a su empresa, por motivos familiares. Su padre fundó Calamón SL y ella, graduada en ingeniería, es ahora quien la gestiona e incluso ha diversificado su actividad. Asegura que nunca ha tenido problemas por ser mujer en la empresa y tampoco por ser la hija del dueño.

Es cierto que al ser un sector que, hasta hace poco, estaba muy masculinizado, ahora la gente se tiene que ir adaptando a los cambios, pero no perciben esa sensación de “que valemos menos o sabemos menos de los temas”. A pie de obra, comenta Lidia Mesa, de Construcciones Rodríguez Mesa SL, es cierto que “algunas veces se sorprenden de que la dirección de obra la lleve una mujer, pero solo es expresión de sorpresa, nada más”.

Elba Leandro, Spawellplus, si asegura que al crear ella la empresa si que le ha costado demostrar que es capaz, y bromea en que por su apellido, en varias ocasiones cuando le encargaban el proyecto se pensaban que era un hombre y cuando llegaba ella se sorprendían: “¿Usted es Leandro?”, me preguntaban.

Aún así, todas coinciden en que el único hándicap que pueden tener es el de la maternidad que es cierto que puede ralentizar el avance de la mujer en su llegada a un puesto de responsabilidad. “Si queremos ser como los hombres en estos puestos tenemos que renunciar a lo mismo que ellos y, o lo hacemos, o la maternidad puede ser un problema”. Por ello, todas coinciden en que la mejor manera para que la maternidad deje de ser un problema para las mujeres, es que el Gobierno impulse medidas para que al empresario no le cueste dinero contratar a una mujer porque se quede embarazada.

La mejor opción, según proponen, es que el Gobierno busque la manera para que al empresario no le suponga un coste que una mujer se vaya de baja por maternidad y que sea el propio Estado quien lo costee, de esta manera, afirman, “ningún empresario podrá poner ahora la pega de que no contrata a una mujer porque se queda embarazada y le sale caro”. Ahí queda la propuesta de ocho directivas empresariales.

EN ESPAÑA HAY LEY DE CUOTAS, PERO SIN PENALIZACIÓN, SOLO RECOMENDACIÓN

En el año 2008 Noruega obligó a las empresas cotizadas en bolsa a reservar por lo menos el 40% de los puestos en los consejos de administración a las mujeres. En caso de que no lo cumplieran, el Gobierno penalizaba a la empresa con la disolución de ese consejo. La iniciativa fue copiada por muchos países que empezaron a fijar cuotas similares. En Bélgica, Francia e Italia las empresas que incumplan pueden ser multadas, disueltas o la remuneración de los demás consejeros retenida. En Alemania, España y Holanda han preferido implantar las cuotas sin penalizacionesn

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