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Cuando Felipe González ‘temió’ el poder del nacionalismo canario

En el archivo del expresidente, que acaba de hacer público la fundación que lleva su nombre, aparecen apuntes sobre las Islas, como su preocupación por la creación del PNC
Felipe González y Jerónimo Saavedra, que fue ministro de Administraciones Públicas y de Educación. / Archivo F. G. M.
Felipe González y Jerónimo Saavedra, que fue ministro de Administraciones Públicas y de Educación. / Archivo F. G. M.
Felipe González y Jerónimo Saavedra, que fue ministro de Administraciones Públicas y de Educación. / Archivo F. G. M.

La decisión de Felipe González de hacer público su archivo, y de que tenga además un acceso de forma universal a través de internet, representa toda una novedad en España, al tratarse de una práctica nada habitual en la cultura política del país. Alrededor de 3.000 documentos, entre textos manuscritos y fotografías, que abarcan la trayectoria pública del expresidente del Gobierno, se pueden consultar en el portal del proyecto Memoria Cívica, desarrollado por la fundación que lleva su nombre con la colaboración de la Fundación Telefónica.

Se trata de todo un filón para los historiadores, que están acostumbrados a encontrarse con continuas cortapisas para estudiar la historia más reciente de España en los archivos. En estos documentos se concentra la memoria de una de las personalidades más determinantes de la Transición y la consolidación de la democracia en el país. De ahí que la directora de la Fundación, Rocío Martínez-Sampere, señalara en la presentación del archivo de González que no está concebido “como el de una persona, sino de una época. Felipe fue una época de este país que fue posible gracias a muchos otros protagonistas”, dijo. Entre estos papeles de González se puede rastrear la presencia de Canarias, que aparece en diversas anotaciones del histórico líder del socialismo español.

Documentos en los que demuestra una gran capacidad de síntesis en las anotaciones (tweets, como los calificó el propio autor en tono de humor), que, como contrapartida, al lector de hoy le puede hacer perder la perspectiva del contexto.

La primera referencia a las Islas y la más sistemática aparece en el séptimo cuaderno, que abarca entre el 13 de octubre de 1980 y el 18 de mayo de 1982, como secretario general del Partido Socialista Obrero Español. Dos páginas con anotaciones, que no están fechadas, abren como una especie de sección dedicada a las “autonomías” y encabezada por el título “Canarias”.

González anota entre las “peculiaridades del Archipiélago” la “paridad de representaciones entre las (2) islas mayores y las menores”. Además de destacar dos aspectos concretos donde las Islas desempeñaban en ese momento, a su juicio, una “posición estratégica: Sahara y OTAN”.
Es difícil conocer a qué momento concreto del debate político sobre las Islas hace referencia González con estas expresiones, si bien es probable que haga alusión, por la cuestión de la paridad, a la negociación del Estatuto de Autonomía de las Islas, cuyo proyecto sería aprobado por el pleno del Congreso el 9 de junio de 1982.

En el terreno más puramente político, llama la atención de estas dos páginas la alusión explícita que realiza al “nacimiento del Partido Nacionalista Canario”, de cuyos integrantes valora que están “bien preparados” y “bien financiados”. Con “apoyos empresariales” y de “sindicatos amarillos”. Cabe recordar que fue en octubre de 1980 cuando se presentó a la opinión pública el PNC en Santa Cruz de Tenerife, formación política cuyos orígenes se encuentran en el partido que se creó con estas siglas en La Habana en 1924, inspirada en los ideales de Secundino Delgado.

Entre los nombres propios de canarios que más cita, se encuentra, como era de esperar, el del expresidente del Gobierno autonómico y dirigente del socialismo canario Jerónimo Saavedra, que estuvo al frente de dos ministerios durante la presidencia de Felipe González. Aunque también aparecen otras destacadas figuras de la política canaria, como Manuel Hermoso, Mardones Sevilla, Eligio Hernández o Lorenzo Olarte.

En cuanto a Saavedra, González recoge algunas síntesis muy esquemáticas de sus intervenciones en las ejecutivas federales de principios de la década de los noventa del siglo pasado. Como la del 21 de febrero de 1992, donde anota lo siguiente: “Oleada de nacionalismo canario. Problema financiero-carreteras. Negociaciones del GATT. Negociaciones pesqueras. Problema del Tomate”. “Huelga general de los partido canarios”, añade en lo que parece una expresión irónica de su propia cosecha. Y como “resumen: arreglar el problema de las carreteras”.
El 6 de junio de 1993, Felipe González gana las elecciones presidenciales, pero pierde la mayoría absoluta. La alianza con los nacionalistas o Izquierda Unida fue una de las dudas que planeaban a la hora de formar un nuevo Ejecutivo. De hecho, el expresidente de Cataluña Jordi Pujol reconoció en sus memorias que González le ofreció a CiU que entrase en el Gobierno. Este debate interno en el PSOE queda reflejado en las notas del expresidente bajo el epígrafe La nueva legislatura, donde recoge el 14 de junio el parecer de destacados socialistas como Matilde Fernández, Francisco Fernández Marugán, José Bono o Alfonso Guerra, entre otros. Saavedra, según González, dijo que “la estabilidad depende de la lealtad” y esta “ha sido mayor entre los nacionalistas”. “No cree en un pacto con IU. Gobierno de coalición con los nacionalistas. No hablar con los canarios”.

Meses atrás, el 18 de marzo de 1993, recogía una sencilla anotación: “Jerónimo Saavedra. Moción de censura. En varias corporaciones locales. Candidato: Hermoso. Presidente de Asoc. de Plataneros”. Efectivamente, la censura se materializaría el 31 de marzo y supondría el arranque del dominio político del insularismo de las AIC, reconvertido en nacionalismo, pero no del PNC, como temía González, sino de Coalición Canaria.

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