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La verdad del artefacto de Tijarafe, más cerca

El ingeniero palmero Manuel Fernández Arozena consigue la confirmación del director del 'Canadian Naval Memorial Trust’ de que se trata de una boya de humo de la II Guerra Mundial utilizada para marcar la posición de los submarinos

Todo apunta a que el artefacto hallado en Tijarafe, que se especuló inicialmente que podría tratarse de una carga de profundidad y que está siendo analizado en estos momentos por la Guardia Civil en Tenerife, no es un explosivo, sino una boya de humo, utilizada en la Segunda Guerra Mundial. Al menos así se lo ha confirmado Douglas S. Thomas, director del Canadian Naval Memorial Trust, al ingeniero palmero Manuel Fernández Arozena.

Fernández Arozena, que además de ingeniero es un apasionado de la historia, al conocer la noticia sobre la presencia de este artilugio encontrado en la costa tijarafera, llevado por la curiosidad, empezó a indagar en internet sobre la naturaleza de este artefacto y encontró esta especie de fundación para preservar el HMCS Sackville, la única de las 269 corbetas aliadas de la Segunda Guerra Mundial que permanece y continúa sirviendo como Monumento Naval de Canadá. En su página web se podían observar en la citada embarcación objetos muy similares al que se encuentra en Tijarafe.

De ahí que decidiera ponerse en contacto con esta entidad canadiense a través de correo electrónico, trasladándole la información sobre el hallazgo en La Palma. El director de esta entidad confirmó que se trata de una boya de humo, utilizada durante la Segunda Guerra Mundial y con posterioridad, para indicar dónde se detectó por última vez un submarino para que otras embarcaciones de escolta o aeronaves pudieran unirse para atacarlo o practicar la búsqueda de un submarino en tiempo de paz.

Douglas S. Thomas respondió a Manuel Fernández Arozena además que “muchos millones” de estas boyas se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial y concretó que, de haber una marca en la carcasa de la encontrada en la costa de Tijarafe, “podría ayudar a descubrir cuándo y dónde se fabricó”.

De confirmarse esta hipótesis, aunque no estuviera este artilugio directamente relacionado con el caso del piloto norteamericano que amerizó en la costa de Tijarafe en 1944, o al menos sería indemostrable su vínculo, sí que estaría poniendo en relación a La Palma con el momento histórico, la II Guerra Mundial, que trajo hasta la isla de La Palma a John F. Carr, que no pudo regresar a su portaaviones base, porque fue hundido por el submarino alemán al que salió a dar caza junto con otros cinco aviones.

En estos momentos, la Guardia Civil está analizando el artefacto y está teniendo en cuenta la información recabada por Manuel Fernández Arozena de que pudiera tratarse de una boya de humo. Además, tal y como informó el alcalde a DIARIO DE AVISOS, los agentes tienen el compromiso de devolver a Tijarafe este objeto una vez terminen de analizarlo en la isla de Tenerife.

Cabe recordar que el lunes se desplazó a la isla de La Palma un equipo de especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil para analizar el artefacto. Después de comprobar que no disponía de carga explosiva decidieron trasladarlo a Tenerife para su estudio. Marcos Lorenzo señala que próximamente tienen previsto indagar en la costa de Tinizara, donde se cree que hay parte del fuselaje del avión.

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