La historia de Imeldo es de esas de superación y esfuerzo, como muchas que existen en Canarias y no se conocen. Nacido en el seno de una familia humilde en el municipio de Arona, en el Sur de Tenerife, es hoy propietario de una empresa de construcción Avante Proyectos e Inversiones que da trabajo directo a más de 18 personas. Una empresa que nació con la crisis económica, pero que esto no le ha impedido mantenerse 10 años después.
–¿Cómo nació Avante?
“Con mucho esfuerzo. Mi padre era albañil y mi madre cocinera, aunque la mayor parte del tiempo se lo pasó cuidando de mí y mis dos hermanos. Cuando empecé a estudiar arquitecto técnico en la Universidad de La Laguna, en el año 1996, me tuve que esforzar al máximo porque tenía que aprobar las asignaturas para poder conseguir las becas. Mi padre me ayudaba, pero sin las becas…En el año 2000 terminé la carrera con la suerte de que empecé a trabajar como jefe de obra en una constructora del Sur de Tenerife”.
-En la época buena. La del boom turístico e inmobiliario en el Sur.
“Sí, la verdad es que sí. Empezar, nada más salir de la carrera, con 23 años, como jefe de obra de una empresa hoy en día es difícil, pero confiaron en mí a pesar de la escasa experiencia que tenía. En el año 2004, empecé como jefe de grupo en otra constructora del Sur de Tenerife, que en el año 2008 presentó concurso de acreedores. Yo, al estar en el equipo directivo, aguanté más, pero finalmente la relación laboral terminó y me quedé en paro. Como no salía nada, decidí montar la empresa”.
-¿Arriesgado no?Justo en época de crisis.
“Los comienzos fueron muy duros, pero con las pequeñas obras de reformas de cocinas y de baños nos mantuvimos y fuimos ganando volumen lo que nos ha ido permitiendo crecer durante estos 10 años”.
-¿A qué se dedica la empresa realmente?
“Nos dedicamos sobre todo a construir y hacer reformas y proyectos técnicos, pero nuestro fuerte es la construcción. El grueso de nuestra actividad está en el Sur donde ya tenemos montada nuestra infraestructura con más de 18 empleados directos y muchos más de manera indirecta”.
-¿Cómo percibe que está el sector? ¿Se está recuperando?
“El sector desde el año 2008 al 2011 estuvo muy complicado porque no había obra de volumen sino pequeñas obras. Desde el año 2011 hubo un cambio, sobre todo, con la rehabilitación, y las administraciones públicas empezaron a animarse y a hacer obra pública. Hace un año y medio, más o menos, el sector privado también empezó a tener movimiento en lo que se refiere al sector residencial que estaba completamente paralizado”.
-¿El alquiler vacacional les ha beneficiado en cuanto a las obras de reformas?
“Más que el alquiler vacacional, lo que sí hubo a partir del año 2011 es un movimiento importante del sector del lujo que ha estado muy fuerte en estos últimos años. Tiene actualmente mucho tirón”.
-¿Llegó a plantearse tirar la toalla?
“No, y eso que quienes lo tuvimos peor fuimos aquellos con formación. Los que tenían menos formación tenían, al menos, una salida en el sector de la hostelería, pero en mi caso nos vimos abocados a reciclarnos. Por eso me planteé, una vez que me quedé en paro, a emprender, porque veía que no había demanda para el trabajo para el que había estudiado”.
-¿Está siendo el tráfico un problema para sus empleados?
“La mayoría son del Sur, pero sin duda es un problema. Todos se toman su trabajo en serio y no les queda otra que levantarse temprano. Se adaptan”.
-Supongo que ni se plantean alquilarse una vivienda en el Sur, tal y como están los precios actualmente?
“La vivienda está por las nubes, pero mire, el problema es que hemos vivido durante 10 años sin edificar vivienda residencial y todas las viviendas que había en alquiler, sobre todo en la zona de la costa han subido los precios, e incluso en las medianías. Ahora, es cierto, que se hace muy complicado vivir temporalmente para trabajar en el Sur”.
-Una de las quejas continuas de los empresarios es que no encuentran empleados formados. ¿Le ha costado a usted?
“Mire, para nosotros el empleado es nuestro principal activo. Tengo la suerte de que muchos de los operarios que están conmigo son de la etapa anterior y sé cómo trabajan. Todos son buenísimos profesionales y, de verdad, tengo un buen equipo. Lo que pasa es que van cumpliendo años y es verdad que se hace francamente difícil encontrar a gente joven bien preparada porque no existe formación. El volumen de formación no es proporcional con la demanda, y es complicado encontrar a personas formadas”.
-No les queda otra que formarlas ustedes…
“Sí, pero no es económico. Un peón según convenio cobra lo que cobra, entonces te ves obligado a contratar a gente joven, que no tiene experiencia, como peón para irla formando con el riesgo de que, después, una vez formada, se vaya a otra empresa. El sector desde el año 2011 ha resurgido y está vivo. Es cierto que no es el volumen de antes, pero va por buen camino. Fepeco, que es la patronal de la construcción, nos ayuda mucho en todo eso, porque es nuestros ojos en la administración para ver la marcha del sector. Llega donde nosotros no llegamos y nos informa de todo”.