superconfidencial

Presos y prófugos dirigen este país

El Coletas del chalé lujurioso, el comunista de pacotilla, se ha convertido en el ministro de Presupuestos -también de pacotilla- de Pedro Sánchez. Y el país lo están dirigiendo todos, menos Sánchez: un preso metido en un talego de lujo -Junqueras-; un prófugo de la justicia residente en Waterloo –Puigdemont-, y el propio Coletas, que finalmente es el que manda, pues ya se ha merendado a Sánchez, a Televisión Española y a todo lo que se le ponga por delante. La estampa de pelele que da Sánchez no tiene parangón. A mí, que no lo soporto –como parece obvio-, me está dando hasta pena de este hombre, un presumido insoportable que es capaz de hacer cualquier cosa por ser reina por unos meses en La Moncloa. Sus ministros, además, practican su particular huida hacia adelante con una indolencia que raya en la desfachatez, sin importarles las evidencias inconfesables que de ellos publican sobre todo los digitales, que cada día les sacan un escándalo nuevo. Un escándalo capaz de tumbar a la derecha en un round, pero que estos resisten como héroes numantinos, untados como están con esa coraza que da ser unos caraduras irredentos. Y así, el país de Rinconete y Cortadillo lo dirigen un prófugo y un preso, con el Coletas como correo del zar, un moderno Miguel Strogoff que va del coro al caño con los recados del inquilino de La Moncloa. Patético. Un día lo pagarán en las urnas, pero mientras esto ocurra el sufrimiento de los españoles no tiene límites, en medio de la torpe actuación de una derecha (PP, C’s y Vox), incapaz de unirse con sus matices, como se han unido terroristas e independentistas con la izquierda radical para gobernar
-mal gobernar- España. Esta es nuestra triste realidad y nuestra sensación de país fallido.

TE PUEDE INTERESAR