Las imágenes que captó ayer nuestro compañero SERGIO MÉNDEZ en el Parlamento lo dicen todo. La reacción de sus señorías no es producto del efecto de alguna sustancia química en el salón de plenos, ni tiene que ver con alergia contagiosa alguna o con una llantina de emoción generalizada a cuenta de la aprobación de la reforma electoral.
El efecto dominó que se extendió por escaños sin distinción de grupos fue el de los bostezos y alguna que otra cabezada, de la que no se libraron los miembros del Gobierno ni de la oposición, como tampoco la presidenta de la Cámara, CAROLINA DARIAS.
Todos se las vieron y desearon para mantener la atención en cada intervención de los portavoces. Entre que los temas no ayudaban y que la sesión se convocó a las 9 de la mañana…
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