por qué no me callo

En el nombre del BOE

La edición de hoy del BOE ha despertado una expectación inusitada en las Islas. No se debe -o no solo- al hecho histórico que representa la promulgación oficial del nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias, que cuando nos ponemos cursis y magníficos, denominamos Carta Magna. No, el interés mediático, político y de los círculos cotillas se debe al culebrón del aforamiento del presidente. En Canarias hemos asistido a un duelo de poderes inédito en tres décadas y media de autonomía. Una mañana inopinada, determinados medios de comunicación enarbolaron en primera titulares sobre el agravio de la Justicia a Clavijo al demorarse en el tiempo el informe del fiscal sobre si lo imputa o no por el caso Grúas. Diversas asociaciones de fiscales y jueces -entre ellas, las mayoritarias- reaccionaron ayer como basiliscos, con la razón de la ofensa infligida. Se indignan por la intromisión del poder ejecutivo, al urgir un trámite del procedimiento -la Justicia, de por sí, es lenta- y hacerlo con evidente intención de presionar a la Fiscalía en vísperas de que el BOE sancione el Estatuto y los aforamientos pasen a mejor vida. No ha estado fino el Gobierno, ni prudente en las formas; algunos voceros, con ánimo de secundar la temeraria campaña institucional, se excedieron en la parafernalia y el resultado ha sido ese: el comunicado del cabreo previsible de jueces y fiscales. ¿En qué cabeza cabe que, a estas alturas del partido, con el Poder Judicial de este país en estado de máxima alerta por las posibles injerencias gubernamentales en la instrucción del procés, tuviera un pase semejante ofensiva en el cantón insular? El caso Grúas tenía las horas contadas en el ámbito del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, que actuaba de parada y fonda en tanto el rey mandaba el Estatuto al BOE y el aforamiento del presidente decaía en el acto. La polémica tenía el destino de un globo en plena suspensión alcanzado por el pico del ave del BOE y desinflado como un bostezo. Ahora, comienza la resaca de ese culebroncillo local, pues las heridas quedan abiertas, jueces y fiscales tienen motivos para ir a la huelga el día 19 con la consigna de exigir medios y salarios para trabajar en condiciones, y esto que ha sucedido inter nos va a dejar el recuerdo de una pataleta.

Ahora, vayamos a lo mollar de esta edición bestseller del BOE. Lo verdaderamente trascendental es que, tras más de veinte años, esta tierra, por fin, se dota de un estatuto de primer nivel. O de Primera División, para entendernos mejor, dado que el fútbol ya es un lenguaje en sí mismo universal. Un Estatuto que autoriza al presidente a disolver la Cámara y convocar elecciones anticipadas como corresponde a una autonomía con mayoría de edad; que amplifica el hemiciclo e introduce la circunscripción regional, como un salto en el tiempo que consolida la cohesión de estas islas como pueblo, a la manera de una autopista para recorrer el Archipiélago como una tierra única, y que, amén de las numerosas novedades, introduce el mar en la geografía política del canario, que es tanto como describir el mapa auténtico de una realidad sólida y líquida que permanecía tergiversada, como cuando Jerónimo Saavedra, siendo ministro, nos bajó de aquel recuadro junto a las Islas Baleares y nos devolvió al Atlántico medio. Hoy, por tanto, es un día grande por todo esto, al margen de niñadas políticas.

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