despuÉs del paréntesis

Justicia

Los hombres y las mujeres que admitimos vivir entre otros y compartir los recursos y las emociones entendemos que eso que se llama justicia es esencial. Y lo es porque se han de fijar las relaciones y la situación de cada uno en la trama social. Partimos de un hecho irrefutable: hay menos encarcelados que libres. Lo cual nos lleva a deducir que la lex se aplica para el caso de los fallos ad hoc y sin excepciones. El principio que rige esta historia es ese, la igualdad. Las normas fijadas como ley han de aplicarse de ese modo, seas pobre, rico o medio pensionista, seas natural de La Cruz Santa o hayas venido de Madagascar. Ello se admite. Con previsiones en países como este. Porque uno juzga la actuación del presidente del Tribunal Supremo en relación a las hipotecas-bancos y se hecha a temblar. Subrayamos el perfil y encontramos: conservador, que quiere decir de derechas. Ello avala el movimiento: para los dichos, los clientes no tienen razón, tiene razón el sistema financiero. Una vergüenza a la espera de lo que diga Europa. Giras el tronco y ves: un país llamado España se gastó 60.000 millones de euros en pagar la deuda que no pudieron pagar los bancos, esos que se quedan con la casa de un cliente por no poder abonar 30.000 euros. De ese dinero público se recuperará el 15% (frente al 110 en EE.UU.); es decir, gran regalo. ¿En justicia, quién consiente, el dicho sistema financiero o el Gobierno del PP? La relación justicia-gobierno, justicia-ideología aquí resulta evidente. Y a ello se ha plegado el PSOE en el último pacto por el control del Consejo General del Poder Judicial; tú (PP) el presidente, yo (PSOE) mayoría progresista. Más el movimiento señalado en el juicio por el 1-O que también toca. Hay países que han de permitir ajustes ineludibles. Este es el caso de España. Ni los jueces han de operar con la lentitud que operan, ni sin protocolos, ni te puedes enfrentar a una pena tal o cual dependiendo de quien te juzgue, o si el presidente de la sala respeta la condición de mujer y sus libertades, bien, si es un soberano machista… La democracia es representativa, pero no para hacer lo que les dé la gana a los que gobiernan. Este es el caso. ¿Don Fernando Clavijo a juicio? Si hay pruebas, sí. Pero CC vuelve a las suyas. Antaño dijo que los juicios a canarios con jueces canarios; ahora la culpa de lo que les pasa está en Madrid (¡claro, colonia!). La razón siempre conviene. ¿Aquí quién la representa?

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