circuito del motor de tenerife - un proyecto que no arranca

El informe Sciacca: el Circuito no es viable con medios y público tinerfeño

Walter Sciacca, en calidad de asesor temporal del Cabildo, entregó a la Corporación insular un informe en el que reconocía que no había “mercado” para el Circuito Insular del Motor (CIM)
Sciacca colocó la primera piedra del Circuito del Motor días después de haber sido presentado como director del mismo. / Fran Pallero

Walter Sciacca, en calidad de asesor temporal del Cabildo, entregó a la Corporación insular un informe en el que reconocía que no había “mercado” para el Circuito Insular del Motor (CIM), pese a lo cual apostó por construir un trazado “internacional con las proporciones más altas”, sin apoyarse en estadística alguna y sin citar ningún estudio comparativo que garantizara su viabilidad.

“Los detalles marcan la diferencia y el automovilismo es un mundo donde la imagen cuenta más que la sustancia”. Con esa frase suscrita por el propio Sciacca puede resumirse su informe, que aportó tras seguir colaborando con la Corporación insular pese a que esta rescindió su contrato con Onda Rossa, a la que él pertenecía. El italiano recibió 17.990 euros en calidad de asesor temporal del Cabildo por un escrito de 34 páginas (incluyendo portada) que no deja de ser un auténtico galimatías sin cifras concretas.

Traducción de internet

Lo primero que llama la atención del escrito que entregó en octubre de 2017 es que el mismo, de manera evidente, fue traducido del italiano al español con un traductor online. Es por ello que a lo largo de todo el texto se mezclan expresiones en italiano (entregó una copia en este idioma), español e inglés, haciendo por momentos muy complicada la comprensión por los continuos errores que en él figuran.

Pero si la forma es mala, el fondo no es mejor. Sciacca admite que con el “mercado y los medios locales” no se cubren costes, pese a lo que aconseja hacer un circuito “de grandes dimensiones que atraiga al público internacional” como principal opción para que pueda ser llevado a cabo.

El italiano, sin apoyarse en una sola estadística o dato turístico que pueden ser consultados de manera sencilla en la web del Cabildo, se fija, precisamente, en la industria del turismo como principal público que pueda utilizar el CIM. “Necesitamos un nuevo tipo de turismo elitista, ausente localmente”, dice antes de realizar una estimación a ojo en la que indica que la Isla recibió 450.000 turistas al mes (en 2017 la llegada fue realmente de 658.000 viajeros cada 30 días), estimando en el 1% (en su caso 4.500 personas) los “clientes potenciales” del CIM.

Sciacca, durante cuatro de las 34 páginas, se centra en enumerar la historia de los circuitos de velocidad -hace especial hincapié en los motivos de por qué no hay trazados ovalados en Europa y sí en Estados Unidos-, pero no cita un solo dato comparativo ni se apoya en ningún tipo de estudio económico antes de comenzar con sus conclusiones. Una de ellas es que el CIM debe contar con unos servicios que no fueron tenidos en cuenta en el proyecto inicial, como la existencia de un hotel, algo que sí sucederá en Arucas (Gran Canaria).

Tras autonombrarse como mánager o gerente del trazado -cabe recordar que el propio Carlos Alonso, presidente del Cabildo, lo presentó como director del mismo antes de que la Corporación insular se desdijera aludiendo a él como asesor-, Sciacca no tiene reparos en decir que los amantes del motor de la Isla “no tienen idea” de “cómo funciona un circuito o qué necesita”, por lo que insiste en llevar a cabo una “campaña informativa” que llegue a la sociedad insular.

Un trazado para los no tinerfeños

No deja de ser sorprendente que a lo largo de su informe el italiano insista en varias ocasiones en que, de completarse, el CIM no será un lugar demasiado accesible para los amantes del motor de Tenerife. “Con los salarios que hay en la Isla, es complicado que un aficionado pueda permitirse un día para rodar”, algo que estima entre 600 y 1.000 euros por día debido a diferentes aspectos, como preparación de las motos o coches o la suscripción de seguros. El aspecto de los aficionados es uno de los más peliagudos del escrito. Sin reparo, el contratado como asesor por el Cabildo ataca a la plataforma Queremos un circuito del motor en Tenerife, de la que dice estar “instrumentalizada” por la “oposición política”. “Está instrumentalizada por cuestiones políticas, porque, si no, su actitud no se entiende”, indica el italiano en referencia a las movilizaciones llevadas a cabo por parte de los entusiastas del motor, que siempre han mantenido una actitud crítica pero respetuosa, pese a los numerosos incumplimientos del Cabildo en los plazos de construcción del CIM. Sciacca, en la página 22 de su informe, descarta la opción de que el trazado pueda ser utilizado de manera gratuita determinados días al año por los residentes, porque causaría un agravio con los posibles visitantes que sí tendrían que pagar para usarlo.

Para tratar de paliar posibles pérdidas y la poca asistencia de público insular, Walter Sciacca presenta una nueva propuesta, la creación de “un proyecto innovador”, como él mismo lo califica, denominado Tenerife International Motor Park Circuit (Timpc), del que él sería director y que pasaría por ser un circuito “muy técnico” que implicaría “costos muy significativos”, pese a, nuevamente, haber reconocido, según su propia opinión, las pequeñas dimensiones de mercado que podría encontrarse.

Además, Sciacca admite no tener capacidad para atraer inversores, una de las cosas para las que fue contratado, apuntando la necesidad de que los mismos aportaran “entre 10 o 15” millones de euros, y considera que es necesario que para que el CIM funcione “a máxima velocidad” es preciso esperar “cuatro o cinco años” tras su puesta en marcha. Todo ello contrasta con lo pedido por los practicantes del motor en Tenerife, que solo han solicitado un lugar en el que poder rodar sin necesidad de tener que desplazarse para ello a Gran Canaria, como hacen actualmente.

“Venta de aire”

Las contradicciones son numerosas a lo largo de la exposición que realiza Sciacca, que vuelve a dedicar otras cuatro páginas a describir cómo debe ser organizada una carrera o a proponer que se realice merchandising del CIM como otra fuente de ingresos. Admite que en ese momento el mundo del motor nacional es “muy escéptico” con el CIM, indicando que “la venta de aire”, en relación a poder presentar el trazado como una apuesta de futuro, es “una de las cosas más difíciles”. Antes de prometer tratar de traer a Tenerife “eventos internacionales”, Sciacca fija en 12 personas la plantilla a contratar para el CIM, también muy lejos de los puestos de trabajo prometidos con anterioridad.

TE PUEDE INTERESAR