Las protestas de París se han cobrado unas 1.400 personas detenidas en un sábado de alta tensión en varias ciudades de Francia en el cuarto fin de semana en el que el movimiento de los chalecos amarillos sale a la calle y se enfrenta a las fuerzas de seguridad del Estado, puestas en máxima alerta. La protesta, como en la Primavera árabe, tuvo su origen por un aumento de precios, en concreto el del carburante, y la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias y bajas. Pero se ha extendido a varias ciudades y países de Europa, como la capital belga, Bruselas, y Tarragona, en España.
Las concentraciones francesas no merman, aunque el presidente Macron anunciara una moratoria en la subida del combustible y el gas. Una de las imágenes que más ha circulado en redes sociales de esta ola de caos es la de la foto de este VOLTAJE, obra del periodista ruso Ilya Varlamov: una mujer dentro de un Burger King sonríe mientras fotografía las escenas de la protesta de los chalecos amarillos. Toda una metáfora.
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